"Sacar adelante" a los hijos
Invitado por el Director de un colegio, asistía a una reunión de padres. Faltaron
bastantes de los que estaban citados. Alguien los excusó :
- Tendrían algo qué hacer.
He respondido:
- Es que preocuparse de las cosas de sus hijos ¿no es algo que tienen que
hacer los padres?
- Sí, pero tal como están las cosas, bastante hacemos con sacarlos adelante -se
defiende-.
- ¿Y qué es "sacar adelante" a unos hijos? ¿Sólo darles de comer, vestirlos y
que no les falte de nada? –pregunto-.
- Por eso los traemos al colegio. Los profesores están para algo, digo yo, -
afirma una madre.
- Sí, –respondo- están para algo; pero no, para todo. Están para colaborar con los
padres. Y colaborar vienen del verbo latino colaborare que significa trabajar-con...
Están para trabajar-con los padres, para colaborar con ellos, pero no para
reemplazarlos. Y menos, para que los padres tengan a quiénes echar las culpas de
que los hijos sean como son. Que eso es lo que parece que piensan muchos
padres, según he constatado: ellos no tienen culpa de nada en lo que respecta al
comportamiento, a veces desastroso, de sus hijos. La culpa es de los demás: los
amigos, el colegio, los profesores... Estos –piensan- son los que tienen la culpa del
fracaso en los estudios de los hijos, de las actitudes rebeldes que adoptan, del
vocabulario soez que usan, de la falta de responsabilidad de que hacen gala, etc.
Pues no. Todos éstos tienen responsabilidad, claro. Pero la mayor responsabilidad
es de los padres. Porque su primera obligación es "sacar adelante" a los hijos,
como decís. Pero no sólo proporcionándoles cosas materiales, sino también
acompañándoles en ese largo proceso que es llegar a ser personas maduras, libres,
psicológicamente equilibradas; que saben valorarse y respetarse a sí mismos y
saben valorar y respetar a los demás; que han aprendido a vivir los valores nobles
de la solidaridad, del respeto, de la tolerancia, de la justicia, de la fe. Y en esto los
profesores pueden hacer mucho, pero sin los padres muy poco. Y menos, si la
actuación de los padres y el ambiente familiar caminan en dirección contraria a la
de los profesores y el colegio. ¿De qué sirve la acción de los profesores, si, por
ejemplo, en el ambiente familiar el niño sólo observa tensiones y densos silencios,
y que nunca se dialoga; si nunca se le da oportunidad de expresar sus ilusiones, sus
preocupaciones, sus problemas, etc., porque los padres nunca tienen tiempo para
escucharlos, porque tienen mucho qué hacer? En definitiva, ¿de qué sirve que se
preocupen los profesores, si los padres no se preocupan?
Pilar García Serrano, una pedagoga, cuenta esta anécdota: "En un curso de
dirección de empresa en el que participé, uno de los asistentes comentaba que con
sus hijos estaba teniendo más problemas que con todas sus empresas juntas. El
hombre estaba sorprendido de ver cómo su familia se desmoronaba sin saber por
qué. El profesor que estaba presente, le preguntó si alguna vez se le había
ocurrido pensar que su familia era también una empresa, quizás la más
importante; si no había pensado atacar la problemática familiar con las mismas
energías y esfuerzos que ponía en solucionar los problemas de cualquiera de sus
negocios."
Eso. Poner, al menos, las mismas energías, tiempo e ilusiones que se ponen en
otros asuntos. Porque ¿hay asunto más importante que éste de la educación de los
hijos? Escribe el psiquiatra Rudolf Dreikurs: "La paternidad es una gran
responsabilidad para ustedes; pero ustedes en cuanto padres, son para nosotros la
gran preocupación. Digo esto en mi calidad de psiquiatra. Mi gran problema son
los padres que me ruegan que cure a su hijo. Cuando trato de asesorarlos, me
siento invadido por sentimientos contradictorios de compasión e irritación;
compasión, porque les veo sufrir; irritación porque veo cómo actúan con sus
hijos... Sin embargo, ustedes –me refiero siempre a padres y madres a la vez- no
son un problema únicamente para el psiquiatra. Los papás son el gran problema
para la humanidad toda. Más que todo otro grupo de ciudadanos, están ustedes en
el puesto clave en que se decide el futuro y progreso de una nación. Son ustedes el
puente tendido entre el pasado y el futuro."
Gran responsabilidad, la de los padres. Y de esa responsabilidad… ¡a ningún
padre les es lícito dimitir!
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Paso la palabra. Para meditar cada día
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