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El ministro de Cultura visita el yacimiento arqueológico de La Bastida con el fin de conocer de primera mano el proyecto de investigación y musealización
El ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, visitó hoy el yacimiento argárico de La Bastida con el fin de conocer de primera mano el proyecto de investigación y musealizacion, considerado la Troya de Occidente, abogando por el mantenimiento de los trabajos de excavación y análisis científico y afirmando que su departamento colaborará en la investigación y conservación de este enclave.
En una visita en la que estuvo acompañado por el delegado del Gobierno, Diego Conesa, la consejera de Cultura y Turismo, Miriam Guardiola, y el alcalde de Totana, Andrés García Cánovas, así como el equipo de arqueólogos investigadores la Universidad Autónoma de Barcelona que ha investigado el yacimiento de la Edad del Bronce, que llegó a albergar a un millar de personas en su época de máximo esplendor, hace unos 3.800 años.
Además, también han asistido la presidenta de la Asamblea Regional, Rosa Peñalver, el primer teniente de alcalde y concejal de Yacimientos Arqueológicos, Juan José Cánovas, numerosos representantes de la Corporación municipal, diputados nacionales y autonómicos, y senadores, entre otras autoridades.
José Guirao también ha mantenido contactos informales, aprovechando su visita a Totana y antes de visitar de forma institucional el parque arqueológico de La Bastida, con representantes de las plataformas vecinales de la Línea de Alta Tensión Lorca Solar PV 400 Kw y de Defensa del proyecto La Bastida, así como de la Asociación de Regantes de El Raiguero; con quienes ha departido de forma receptiva y amablemente sobre los problemas y demandas que tienen estos colectivos sociales y vecinales.
El ministro de Cultura, que ha aprovechado su visita a la Región de Murcia para conocer diferentes infraestructuras arqueológicas, concretó que el objetivo de su visita tenía un objetivo básicamente “de conocimiento”.
Además, el responsable del Gobierno de la Nación señaló que el recorrido pretendía mostrar su apoyo a los científicos que están excavando y analizando «uno de los grandes descubrimientos de esta época».
El ministro de Cultura y Deporte incidió en que lo importante es que sea el equipo de investigación comandado por Vicente Lull, quien “marque los criterios de conservación de los restos arqueológicos y los trabajos de la excavación”.
Durante la visita, el profesor y coordinador científico del proyecto, Vicente Lull, indicó que el próximo mes de enero anunciarán los resultados de las últimas excavaciones en La Bastida, financiadas con 60.000 euros por National Geographic, y que apuntan a un entramado defensivo único para la época en Europa occidental.
El director del proyecto remarcó que este enclave supone la introducción en el Mediterráneo occidental del principio de las clases sociales y la desigualdad social, mientras que el arqueólogo Rafael Micó incidió en que La Bastida sería la capital del primer estado en la península Ibérica, teniendo una analogía cronológica con el declive de Troya.
Por su parte, el alcalde de Totana agradeció la visita del ministro de Cultura, que forma parte de la ronda de invitaciones que el regidor realizó hace meses a representantes de las diferentes administraciones, para poner en valor el yacimiento e impulsar los trabajos de excavación mediante el apoyo económico.
Andrés García abogó por fórmulas que impliquen a todas las administraciones para garantizar el mantenimiento de las labores de investigación sin depender cada ejercicio de vaivenes presupuestarios y defendió la colaboración institucional como herramienta para hacer realidad el mantenimiento del proyecto dándole continuidad en el tiempo.
El ministro firmó, antes de finalizar su visita a Totana, en el Libro de Oro de la Ciudad, uno de los actos protocolarios más importantes recogidos en el Reglamentos de Honores y Distinciones de esta localidad, y recibió, como recuerdo de su visita, la tradicional orza en barro totanera.
En La Bastida se han hallado decenas de viviendas, escalonadas en terrazas artificiales a lo largo de las laderas del cerro. El propio enclave se sitúa en un lugar estratégico, oculto desde el valle del Guadalentín y con buenas condiciones naturales para la defensa.
De igual forma, son de especial interés sus tumbas, ya que éstas se localizan bajo el suelo de las viviendas. Solían contener uno o, a veces, dos individuos en posición encogida, dentro de vasijas de cerámica o de cistas, esto es, cajas hechas con losas o paredes de piedra.
Una parte de estas tumbas contenía también ofrendas, como cuencos y ollas de cerámica, armas, útiles y adornos de cobre o plata, y collares de cuentas de hueso, concha y piedra. Las diferencias entre estas ofrendas hablan de una comunidad dividida en clases sociales.
Posteriormente, el ministro visitó el yacimiento de La Almoloya (Pliego), donde se ha constatado la existencia de una amplia sala de reuniones o audiencias especializada en el ejercicio del gobierno, desde la que, sin duda, se regiría la vida de muchas otras comunidades de la Región.
Este espacio en cuestión, de techos altos y unos 70 metros cuadrados, tendría capacidad para unas 64 personas sentadas en los bancos que se adosan a sus paredes y está dotado de un gran hogar ceremonial y un podio de carácter simbólico. Este hallazgo supone una revolución en los contextos de la Edad del Bronce de Europa Occidental.
