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La procesión penitencial organizada por los jóvenes y fieles del Convento “Las Tres Avemarías” recorrió el Lunes Santo las calles del municipio.
Autoridades municipales y numerosas personas acompañaron los tres tronos que partieron desde el Convento portados a hombros por los jóvenes y amigos de la parroquia, cuya procesión iba precedida por el tradicional toque de bocina.
En primer lugar, portado a hombros abría la procesión la imagen del Ecce Homo. Tras de él, sobre la cruz, el Cristo del Consuelo, una imagen antiquísima muy venerada por los fieles de la parroquia. Cerrando la procesión, portada a hombros por las jóvenes de la parroquia, iba la imagen de la Dolorosa.
La procesión fue acompañada por la orquesta de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores.
Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice: - ¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres? Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa llevaba lo que iban echando. Jesús dijo: - Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis. Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús . ( Juan 12,1-11 )
