MI FELICITACIÓN PARA LA NAVIDAD DEL SEÑOR
Ante el portal de Belén me postro como pedigüeño de favores para interceder por todos ustedes, especialmente en estos días con motivo de la Natividad de nuestro Señor. Tengo la seguridad de ser escuchado por el Altísimo, porque mantiene siempre abiertas las puertas del corazón para los que acudimos a Él con súplicas; nos atiende siempre con ternura, la sonrisa en su rostro, con misericordia y con el amor que cada uno necesita.
Veo a Jesús en un pesebre, pero no le importa, a Él no le importa estar con medios pobres y rodeado de gente sencilla; porque lo importante en esa escena es su persona, de Él parte la luz que ilumina el establo y el mundo entero.
Le pido a la Virgen María que cuide con afecto materno a todos los heridos de nuestra sociedad, a todos los pobres que andan crucificados a causa de tantísimos problemas por los que están pasando y también por los perseguidos sin defensa, que les sostiene la fe. María, Madre del Amor, cuida de todas las familias; Madre de la misericordia, ampáranos bajo tu manto y concédenos la gracia de saber tener una mirada de caridad. ¿Tú sabías, Madre, que el bebé que llevabas en tu seno nos iba a ofrecer la Salvación y la Vida? Es explicable tu profunda alegría.
A San José le pido que nos proteja de todo mal y nos libre de la violencia y de todas las injusticias y persecuciones, de todo tipo, como libró a Jesús y a María. A ti, San José, hombre noble y fiel, te encomiendo nos concedas el don del trabajo y una familia estable y unida, conciencia de justo y humildad para poder servir. Atiende las súplicas de los agricultores y concédenos el don de una lluvia serena y abundante, porque nuestros campos y cultivos se secan. ¡Qué nuestros ojos vean florecidos nuestros campos y produzcan abundantes frutos!
Y a Jesús, ¿qué te diré, mi Señor? A ti te pido fortaleza para que sepamos hacer la voluntad de Dios y sabiduría para construir juntos un mundo en paz; que en medio de tantos intereses creados sepamos respetarnos unos a otros, para que busquemos el bien común. Danos inteligencia para escucharte y la luz para fiarnos de tu Palabra. No es una aventura pequeña pero Tú, Señor, que lo puedes todo, nos lo concederás.
¡Feliz Navidad a todos!
