Las abundantes precipitaciones han procurado alimento suficiente a la fauna cinegética
La Consejería de Agricultura y Agua prevé una buena temporada de caza 2010-2011, debido a las lluvias registradas en el último año. Las abundantes precipitaciones han procurado alimento suficiente para el desarrollo de la fauna cinegética, principalmente de las poblaciones de conejo y perdiz. También se espera una mayor actividad en modalidad de caza selectiva del arrui en la Reserva Nacional de Caza de Sierra Espuña.
El período hábil de caza menor y mayor comienza hoy y se extenderá hasta el 9 de enero de 2011. La cabra montés, en aquellos terrenos cinegéticos que cumplan los requisitos, se podrá cazar hasta el 6 de febrero próximo.
El director general de Patrimonio Natural y Biodiversidad, Pablo Fernández, señaló que esta temporada "se mantienen las épocas y principales modalidades de caza de años anteriores, aunque se han incorporado cambios técnicos para un mejor control de ciertas especies, como el conejo y el jabalí, que provocan daños en las explotaciones agrícolas".
Destacó asimismo la incorporación de las consideraciones derivadas de la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad que afectan a la actividad cinegética, tales como "la necesidad de control genético y sanitario de los animales que se introducen en el medio natural, para evitar las especies alóctonas y para procurar un aprovechamiento ordenado y sostenible de las poblaciones naturales".
Esta temporada se mantiene el uso obligado de chaleco reflectante de color amarillo para los aguardos o esperas nocturnas, batidas y monterías, así como la obligación de recogida de los cartuchos o las vainas de las balas utilizadas y el mantenimiento en perfectas condiciones de la señalización de los acotados.
Los titulares de aprovechamientos cinegéticos, arrendatarios o personas que ostenten su representación deberán remitir a la Consejería una memoria con los resultados de caza obtenidos, el número de ejemplares abatidos y cuantas circunstancias de interés se hayan producido en el acotado, una vez finalizada la actividad cinegética.
Cebos envenenados
Pablo Fernández advirtió que la Consejería suspenderá la actividad en aquellos terrenos cinegéticos donde aparezcan cebos o cadáveres de animales envenenados.
En este sentido apuntó que "el uso de venenos en el medio natural puede afectar a un número muy elevado de especies, desde los animales domésticos hasta las especies amenazadas. Conlleva la acumulación de tóxicos en el cuerpo de los animales y su dispersión a través de las cadenas tróficas, pueden contaminar el suelo y las aguas y afectar a la salud pública".
La Consejería viene trabajando desde el pasado año en la detección de este tipo de cebos a través de la Unidad Canina, compuesta por Agentes Medioambientales y perros adiestrados.