Ecologistas en Acción ha demandado un año más, a través de un escrito dirigido a todos los ayuntamientos de la Región, un cambio en la política de alumbrado navideño de los ayuntamientos, que supone un gasto significativo de energía y sigue atendiendo más a criterios mercadotécnicos que de sostenibilidad ambiental.
La organización ecologista propone –entre otras medidas- la reducción a 15 días del alumbrado navideño. Y recuerdan que los municipios de la región siguen abusando de su uso. Y cita como ejemplos el caso de ciudades como Murcia, que lo mantuvo encendido el año pasado durante 34 días, o Lorca 25 días. Pero no son los únicos.
Para Ecologistas en Acción el abuso del alumbrado navideño supone un derroche de energía y de dinero público injustificado en un contexto de crisis económica y sobre todo ambiental. Una situación en la que precisamente los poderes públicos municipales deben ser un referente para el ciudadano en materia de consumo responsable, estimulando pautas de ahorro. Y la política de derroche energético que tradicionalmente se produce en fechas navideñas va en el camino contrario.
Junto a la reducción de 15 días, la organización ecologista también reclama limitar a 4 el número de horas al día que esté encendido; emplear hilos luminosos y tecnología LED para los adornos o motivos instalados; descartar el uso de bombillas incandescentes y reducir la simultaneidad de las luces intermitentes..
El colectivo ecologista explica que es necesario racionalizar el uso del alumbrado navideño ya que la energía eléctrica no es un recurso limpio. Actualmente más del 50% de la electricidad que consumimos se produce con la quema de combustibles fósiles (que emiten CO2 y contribuyen al cambio climático), y casi un 20% de centrales nucleares.
Indican en su escrito, además, la pertenencia de los Ayuntamientos de Murcia, Lorca, Molina de Segura, Yecla, Totana, Jumilla, Archena y Cieza a la Red Española de Ciudades por el Clima, lo que obliga aún más si cabe a que sus actuaciones sean acordes con una política de desarrollo sostenible, y lucha por el cumplimiento del Protocolo de Kyoto.
Por último, Ecologistas en Acción ha recordado a los ayuntamientos que el mejor regalo que pueden hacer a sus ciudadanos es racionalizar el gasto público, reducir el derroche energético y no contribuir con él al cambio climático.
Lo que generaría –además- un ahorro presupuestario que permitiría una mayor inversión en actividades sociales, de cooperación y solidaridad internacional y de preservación del medio ambiente. Reforzando aquellas partidas que promueven los derechos humanos frente a aquellas que suponen un simple ornamento, despilfarro económico y energético y provocan contaminación.