Quizás la pandemia está en parte logrando que valoremos mucho más lo que tenemos y ahora están alejados de nosotros (aunque en mi caso la familia es el pilar más importante de mi vida), tal vez queramos estar más tiempo con ellos y a la vez disfrutarlos y compartir cada momento a pesar de la distancia.
Quedan atrás las visitas familiares, los santos, la fechas señaladas, cumpleaños, muchas de las alegrías que en estos últimos meses hemos tenido que vivir desde la distancia. Incluso las tristezas que nos ha tocado vivir como pérdidas de personas queridas.
A veces los que queremos los tenemos lejos de nosotros y por el bien de todos no podemos compartir con ellos momentos únicos que solo la familia y los buenos amigos saben regalar. Lo que tengo claro que la familia te regala esa energía que te llena la vida y te reconforta.
Es difícil celebrar actos como el nacimiento desde la distancia, con solo ver la cara de ese bebe en foto o video llamada, momentos en que una madre, unos hermanos, unos hijos viven cada día solo de la esperanza y del recuerdo sin perder un minuto de atención de lo que podremos hacer mañana a pesar de que sea incierto.
Esta pandemia no solo nos está matando, sino que nos está hiriendo cuando tenemos que afrontar el no poder disfrutar de los nuestros.
Hay veces que los Compañeros de trabajo que en estos meses se han convertido en verdadera familia, te hacen sentir como algo de ellos y que juntos formamos el puzzle necesario para poder salir todos de esta, caminando en una misma dirección .
¿Qué haremos después de que pase todo esto que estamos viviendo?
La pandemia nos ha azotado nos ha volteado y nos está creando un nivel de estrés tremendo , pero por la Familia y lo que nos rodea merece la pena seguir adelante luchando y trabajando, porque a pesar de la distancia tenemos una cosa buena que la familia nos otorga, esa energía que a pesar de ser a través de un teléfono te llena el alma. Para muchas personas las experiencias adversas producen ansiedad y desánimo ... para otras las mentiras y las injusticias, pero el amor de los nuestros nos hace ser fuertes en todas estas situaciones.
Hoy solo la pandemia no es el agua que nos ahoga, sino también familias con pérdidas importantes, amigos contagiados, personas apartadas de su familia, el paro … Pero más que nunca podemos decir que el mejor regalo que tenemos es nuestra familia y amigos y con ellos luchamos y saltamos obstáculos juntos .
Hoy mis palabras son para esas personas que emigraron, que están lejos de los suyos, pero que necesitan cada día una palabra de ellos y le están tocando vivir esta crisis sanitaria desde la distancia.
Antonio García Martínez