El Partido Popular de Totana respalda incondicionalmente la gestión de la alcaldesa tras la reciente imputación de la regidora por el convenio urbanístico del Raiguero y cree que se encuentra en esta situación procesal por defender sin fisuras los intereses públicos generales del Ayuntamiento y de los vecinos de Totana por encima de los personales y privados.
El portavoz del PP, Félix Cayuela, ha defendido a los trabajadores municipales imputados y ha dicho que una vez más el PSOE de Totana intenta sacar rentabilidad política de la judicialización de la vida pública defendiendo más los intereses particulares del "chorizo confeso por corrupción urbanística" que del pueblo de Totana.
El Partido Popular local cree que es una incongruencia que el PSOE fuese acusación particular contra el empresario y promotor del convenio Núñez Arias y ahora apoye y defienda sus demandas aún en perjuicio del conjunto de la sociedad totanera.
El PP no entiende el empecinamiento de la concejal socialista Belén Muñiz de defender más los intereses del "corrupto condenado" que los de los vecinos de Totana, cuando no existe una exigencia legal de devolución del dinero del convenio.
Además, recuerda que no existe una base legal para que se devuelva el dinero del convenio después de que éste se declarara nulo por parte del TSJ, que nunca ha dicho que haya que devolver nada sino que se refería a la nulidad del convenio.
El PP totanero señala que la oposición conoce perfectamente el desarrollo del procedimiento administrativo del convenio y de que existían informes de la Intervención municipal que autorizaban el destino del dinero del convenio para gasto corriente y dice que ni la alcaldesa ni el interventor tenían su cargo actual en 2006 cuando se suscribió el convenio del Raiguero, que en el caso de la alcaldesa ni siquiera era concejala.
Félix Cayuela ha dicho que el dinero procedente del convenio estaba presupuestado en el 2007 y auditado por el Tribunal de Cuentas sin que este repare en irregularidad alguna y ha criticado la actuación de las personas sin escrúpulos que hacen un flaco favor a la imagen y a los intereses de Totana.
El portavoz popular ha insistido en la honradez, valentía y empuje de la alcaldesa, que sólo está en esta situación por no ceder a las presiones y chantaje de este individuo, aún sabiendo que esta persona iba a ir personalmente a por ella, y defender los intereses generales de Totana incluso a costa de perjudicarse a nivel personal como así está siendo.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Totana, después de haber archivado la denuncia de este individuo por considerar que este tema era competencia de la jurisdicción contencioso-administrativa y que no había indicios de delito penal, admite ahora el recurso de Inmonuar, de tomar declaraciones.
El Juzgado ha realizado una petición formal de declaración tras estimarse la denuncia presentada por el propietario de Inmonuar y Nuaria Inversiones y promotor del convenio urbanístico con el consistorio totanero, el empresario Núñez Arias, envuelto en la presunta trama de corrupción urbanística, por según él, haber empleado el dinero del convenio en fines no contemplados por dicho convenio.
En la denuncia, el promotor gallego acusa a los tres últimos alcaldes de Totana, a la secretaria y al interventor municipal de un supuesto delito de apropiación indebida por parte del Ayuntamiento de Totana. En concreto, Núñez Arias reclama al consistorio que se le devuelvan los 2,5 millones que el grupo gallego invirtió para construir en una finca del Raiguero.
Para concluir su intervención, el portavoz del Partido Popular ha lamentado que se pueda llegar a una situación tan absurda en la cual el corrupto confeso, y condenado por perjudicar los intereses generales de nuestro municipio, pueda ahora denunciar el ayuntamiento de Totana a través de la persona de sus representantes legales y así volver a perjudicar el conjunto de de la sociedad totanera tanto a nivel mediático que económico.
De igual manera, ha lamentado que, una vez mas, el PSOE totanero no apoye de manera firme los intereses generales de Totana frente a las pretensiones de un particular de dudosa moralidad.