Partido complicado a priori ya que el Olímpico recibía al Beniel, cuarto clasificado y que cuenta con un equipo rocoso.
Pero los totaneros jugaron desde el primer minuto de la primera parte un fútbol brillante que acorraló en su área al equipo visitante. Las oportunidades se sucedían en la portería del Beniel. Mientras tanto, las decisiones arbitrales iban siendo siempre en contra de los intereses totaneros. Tanto, que la primera llegada a la portería de Ginés y el primer gol del Beniel se produce en un clamoroso fuera de juego.
Tres minutos después, la defensa visitante lanza un pelotazo hacia el área del Olímpico, y en la disputa del balón por alto, el árbitro decide falta contra los locales que sólo él vio. La falta fue magistralmente sacada a la escuadra de Ginés que nada pudo hacer para evitar el segundo gol visitante.
Siguieron los totaneros con su fútbol de toque a ras de césped, convirtiéndose Ramos en el auténtico distribuidor de juego junto con el resto de compañeros del centro del campo y los apoyos de los laterales que también destacaban.
Terminó la primera parte con una bronca por parte del público al árbitro que había escamoteado un flagrante penalty a Sergio, invalidó una jugada a Marcelo por fuera de juego cuando se iba hacia la portería visitante, sacó tarjetas a los jugadores locales después de haber sufrido hasta la rotura de un labio, además de facilitar los dos goles visitantes.
La segunda mitad se jugó con mucha garra e intensidad por parte de los locales que volvieron a acorralar al Beniel en su área. Fruto de ello, llegó el gol totanero en una buena jugada de Cristian, rematada por Quintero. Pero de nuevo el árbitro impedía la finalización de las jugadas de los futbolistas locales, además de desquiciarlos poco a poco con sus caprichosas decisiones.
La gota final fue un penalty no señalado cuando Quintero sólo ante el portero visitante, fue empujado pos detrás y derribado sin contemplaciones. En definitiva, el Olímpico quiso ganar y jugó para ello, pero el trío arbitral se lo impidió.
Sólo cabe esperar ante la impotencia de la plantilla y técnicos totaneros, que en la grada hubiera algún informador de la Federación Murciana, para que estos arbitrajes no se vuelvan a producir, aunque el Olímpico en esta temporada lleva ya unos cuantos parecidos.