Tarde desapacible la que hacía en Ceutí para la práctica del fútbol debido a las rachas de viento que dificultaban el control del balón. Salió el Olímpico con la intención de imponer su mejor calidad técnica, jugando el balón por el suelo e intentando llegar al área rival a base de triangulaciones y pases interiores.
Durante muchos minutos de la primera mitad así fue llegando el Olímpico a disponer de inmejorables ocasiones de gol. El portero local ceutí sacó dos balones inverosímiles a disparos a bocajarro de los de Totana. Rubén Quintero echó por encima de la portería un balón en donde ya ni siquiera tenía la oposición del portero, y Joaquín disparó al larguero en otra ocasión más de los totaneros.
El Ceutí no se había acercado por la portería visitante, hasta que en una melé en el área de Ginés, el delantero local metió la puntera para resolver. Era el minuto 35, la primera llegada y la única ocasión local.
Así se llegó al descanso, con la seguridad de que en la segunda mitad, los de Lillo volverían a tener otras cuatro o cinco ocasiones, que de materializar dos, darían los puntos a los totaneros.
Pero al comenzar la segunda mitad, minuto tres, otra melé en el área totanera fue resuelta también por los ceutenses, lo que significó el dos a cero que daría alas a los locales para mantener el resultado como fuera, y hundió anímicamente al Olímpico que veía como después de haber perdonad, se encontraban con dos goles en contra salidos de la nada.
El resto de la segunda mitad fue un quiero y no puedo de los visitantes, un caserísimo arbitraje, y una ilusión, una competitividad, fuerza, etc. de los locales que anularon cualquier intento de jugada por parte de los jugadores de mayor calidad técnica del Olímpico de Totana.
Duro revés para las aspiraciones de ascenso de los totaneros que tendrán que remediar añadiendo más coraje a sus cualidades futbolísticas.
El Juvenil perdió en su salida a Abarán y se descuelga de los primeros puestos.
Los juveniles viajaron hasta Abarán para disputar su partido de liga, con la esperanza de traerse un resultado positivo, ya que el rival era asequible.
El partido en su totalidad fue un corre calles por parte de los dos conjuntos, en un terreno de juego muy malo, y en donde el orden táctico no apareció en todo el partido en ninguno de los dos equipos.
Cualquier conjunto podía marcar y recibir gol en alguna de las alocadas jugadas que se iban sucediendo. En la primera mitad, el Olímpico gozó de más de cuatro oportunidades que desaprovechó, pero el Abarán también tuvo las suyas, alguna de ellas bien resueltas por el meta visitante Emilio.
En la segunda mitad la tónica era la misma, pero el acierto se decantó por el lado abaranero y después del primer gol producto de un centro chut, y con la defensa totanera más descompuesta aún, vinieron otros dos goles de los locales, acabando con un resultado negativo para los totaneros de tres goles a cero