Las Concejalías de Juventud y Seguridad Ciudadana trabajan junto con los propietarios de las autoescuelas en la elaboración de un programa de ayudas a jóvenes para la obtención del carné de conducir en Totana. En la primera reunión de trabajo, en la que participaron la concejal de Juventud, Esther Esparza Martínez, la concejal de Presidencia, Josefa María Sánchez, junto con los propietarios de las autoescuelas del municipio se sentaron las bases de lo que será el programa de ayudas que, al igual que otros municipios, en Totana se llevará a cabo.
Esta propuesta, que será debatida en el pleno ordinario del mes de septiembre, irá dirigida a facilitar la obtención del carné de conducir B a jóvenes, preferentemente, desempleados o hijos cuyos padres están parados y a los que estén en riesgo de exclusión social, y a la vez que se incentiva el sector de las autoescuelas y el propio automovilístico.
Según ha explicado la edil de Presidencia, las reuniones mantenidas con los propietarios de las autoescuelas "nos han permitido conocer las necesidades del sector y la posibilidad de poner en marcha un plan de ayudas para la obtención del carné de conducir entre este sector de la población que permita fomentar la autonomía de la juventud totanera mediante la mejora de la empleabilidad de los jóvenes, aportando el carné de conducir como mérito curricular".
Además, este programa contribuye a mejorar la seguridad vial en las carreteras mediante la asunción de un compromiso por parte de los jóvenes beneficiarios que aspiren a la línea de ayudas municipales, de respetar las normas de circulación y la conducción responsable.
La edil ha adelantado que la línea de ayudas y el desarrollo del plan quedaría recogido en un convenio que el Ayuntamiento de Totana podría suscribir con las autoescuelas de Totana adheridas e interesadas en dicho programa.
El objetivo de este programa es facilitar a los jóvenes y familias totaneras este gasto obligatorio para la gran mayoría de jóvenes una vez que alcanzan la mayoría de edad, y que actualmente se sitúa entre los 900 y los 1.200 euros, en función del número de prácticas que se impartan. De igual modo, se pretende evitar todo tipo e conductas de riesgo y contrarias a las normas que puedan suponer la retirada de puntos para lograr la subvención máxima.