La figura del concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco, asesinado por la banda terrorista ETA hace nueve años, sigue viva en la memoria de la sociedad totanera.
Vecinos de este municipio presentaron la semana pasada por registro de entrada del Ayuntamiento un escrito, avalado por más de medio centenar de firmas, solicitando de la Corporación municipal que se dedique una calle de la ciudad a Miguel Ángel Blanco para rendirle un homenaje en el noveno aniversario de su muerte.
Precisamente, el alcalde de Totana, Juan Morales, recogiendo esta inquietud vecinal ha presentado una moción que se debatirá en el pleno ordinario del mes de julio con la que propone dar el nombre del concejal de Ermua, que fue asesinado por ETA el 12 de julio de 1997, a una nueva calle de la ciudad, en una zona de expansión del casco urbano.
Morales recuerda que "hace unos días se ha cumplido el noveno aniversario de la vil muerte del concejal del Ayuntamiento de Ermua Miguel Ángel Blanco Garrido a manos de unos pistoleros etarras que, precisamente, han sido juzgados recientemente en la Audiencia Nacional ante la zozobra de millones de personas que veían a través de los medios de comunicación cómo no pedían ni querían arrepentimiento ni perdón por tan macabro suceso".
El primer edil señaló también que los vecinos de Totana no fueron ajenos a la situación de solidaridad y defensa de las libertades que inundó toda España por el secuestro y asesinato del joven concejal; y también se echaron a la calle y la plaza de la Constitución fue lugar de encuentro durante muchas horas de cientos de personas que se concentraron en silencio y rezaron por Miguel Ángel Blanco.
En opinión del alcalde, "el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco fue un verdadero punto de inflexión en la interpretación que la sociedad española realizó sobre el problema sobre el terrorismo etarra sin colores políticos ni intereses partidistas".
Morales recuerda que "la muerte de este edil vasco despertó en muchos ciudadanos la convicción de que se puede contribuir desde la sociedad civil a la lucha contra el terrorismo, y de esta manera nació el denominado "espíritu de Ermua".
