La tradición de encender luminarias se revivió un año más en la noche de San Juan.
En diferentes puntos de la localidad se realizaron algunas hogueras, que se hicieron acumulando cartones y enseres viejos de madera hasta formar un monumento que después y en pocos minutos, por obra y gracia del fuego purificador, desaparecería.
Esta tradición persiste en Totana y parece que va a tener continuidad por mucho tiempo, ya que grupos de niños fueron los encargados de realizar estas hogueras.
Los pequeños disfrutaron buscando primero los materiales con los que iban a realizar sus luminarias, y acumulándolos y apilándolos cuidadosamente para montar un gran monumento que posteriormente ardiera de la mejor manera posible.
Entre el jolgorio y la alegría, los jóvenes montaron las hogueras en descampados de la localidad. Posteriormente, y ya de noche, dieron rienda suelta a la tradición y prendieron los montones que habían realizado y que se convirtieron en bellas bolas de fuego con llamas que se elevaban hacia el cielo entre el calor de la noche.
Al final, los cartones y enseres que habían recogido se redujeron a simples cenizas.
Habrá que esperar un año más para que en la noche mágica de San Juan las luminarias vuelvan a iluminar el cielo de Totana, en una tradición que parece que de momento, tiene la continuidad asegurada por grupos de jóvenes y niños del municipio.