El Grupo Municipal Socialista ha manifestado, que Juan Morales quiere confundir a la ciudadanía de Totana mezclando su condición de alcalde, que debería ser de todos, con la de presidente del PP, al convocar por segundo año consecutivo a los Armaos en la sede de su partido para celebrar el acto tradicional en el que el alcalde recibe Jueves Santo por la mañana a los Armaos en su casa, y pese a las resistencias de una buena parte de los hermanos de la cofradía de Nuestro Padre Jesús, según aseguran desde el PSOE.
Con este tipo de comportamientos, Morales está manteniendo una actitud claramente provocadora y ajena al espíritu de concordia y unión al que convocan las celebraciones de estas fiestas en el pueblo, aseveró el PSOE.
El Partido Socialista dice que lamenta profundamente la "manipulación" de que han sido objeto una institución como la de los Armaos, que no pertenece a ningún partido, a ninguna persona, que son patrimonio de los totaneros. Lamentan asimismo que no se haya tenido la suficiente sensibilidad como para separar tradición y opciones políticas, distinción que siempre ha querido marcar el Cabildo Superior de Cofradías de Semana Santa de Totana, ha declarado.
Dice también que esta situación, que ya se dio el año pasado, dañó la sensibilidad de muchos totaneros, y aseguran que ni siquiera fue del agrado del mismo presidente de la cofradía implicada, que, en sus propias palabras, "se sintió muy presionado y llevado a una encerrona de la que no pudo escapar, pero que en ningún caso volvería a repetirse", aseguraron desde el PSOE. Añaden que la sorpresa ha sigo mayúscula, cuando esta Semana Santa el mismo gesto vuelve a zaherir provocadoramente las tradiciones más sagradas de los totaneros. Es sin duda, señalan, el estilo de Morales que quiere hacernos pasar a todos por el aro y mantener actitudes humillantes y de sumisión, con su estilo cortijero y déspota que todos bien conocemos.
El Grupo Municipal Socialista dice no se ha sentido a gusto con la "manipulación consentida" y por eso declinó su participación en la presidencia de los desfiles. En cualquier caso dicen no querer polemizar sobre las tradiciones, ni mucho menos desencadenar con asuntos tan delicados ningún tipo de campaña. Añaden que por su parte, dan por zanjada la polémica suscitada, que deberá ser analizada y valorada en otras instituciones.
