El concejal del Grupo Municipal Socialista, Juan Miguel Nicolás Méndez, ha informado que el presupuesto del Ayuntamiento de Totana tiene mucha semejanza con los que en su día aprobaban en Marbella siendo alcalde Jesús Gil.
Dijo que el presupuesto esta plagado de “chanchullos, falsedades y especulación” y que en las alegaciones que el PSOE ha presentado se demuestra que el PP solo sabe hacer “chapuzas”.
Añadió que el PSOE no opinó en el pleno de la aprobación inicial porque hubiese sido una irresponsabilidad hablar de algo tan importante sin conocerlo y recordó que el PP les entregó el documento un viernes y lo llevó a pleno el miércoles siguiente a las 9 de la mañana en pleno mes de agosto.
Dijo que el concejal de Hacienda, Roque Molina, ha presentado el presupuesto al pleno con siete meses de retraso y añadió que eso es la demostración de la ineficacia de un gobierno agotado, sin ideas y dividido.
Señaló que más que un presupuesto lo presentado por el concejal de Hacienda es un “amasijo de números” que no sirve para nada ya que se fundamenta en mentiras y falsedades, y según Nicolás Méndez ésta es la razón de haberlo llevado a pleno sin darle información a los grupo políticos de la oposición y en pleno mes de agosto.
Calificó de “absurdo” el documento aprobado inicialmente por el pleno y para demostrarlo dijo que en él se dice que el ayuntamiento durante el año 2005 no va adquirir ningún préstamo bancario e inmediatamente después se autoriza al alcalde a suscribir un préstamo con entidades financieras por importe de más de 3,5 millones de euros.
Comentó que el presupuesto es la antesala de los “pelotazos urbanísticos” que han preparado Juan Morales y Juan Carrión y aseguró que muy pronto veremos la puesta en escena de macro actuaciones urbanísticas de las que se van a beneficiar los amigos del PP, y añadió que ya se ha materializado alguna con beneficios multimillonarios para personas afines y muy vinculadas con este partido.
Recordó que la dimisión del ex concejal de Urbanismo, Antonio Aliaga, fue para desmarcarse de este tipo de actuaciones que las calificó de “inadmisibles” y aseguró que detrás de estas operaciones especulativas existen intereses puramente económicos de empresas que esperan obtener cientos de miles de millones de pesetas en beneficios.