El pasado jueves, 19 de agosto, se llevó a cabo una reunión en la Cámara Agraria Regional por petición expresa de los vecinos afectados por el trazado de la autovía Totana-Mazarrón y de su portavoz, Fernando Costa Crespo, para aclarar el motivo de la presentación de las 3.000 alegaciones expuestas el pasado martes ante la Consejería de Obras Públicas.
A la cita acudieron el presidente de la Comunidad de Regantes, Juan Pagán, el concejal de Medio Ambiente y Urbanismo, Antonio Aliaga, reponsables de los grupos municipales del Ayuntamiento de PSOE e IU, Andrés García y Pedro Martínez, respectivamente, así como las tres organizaciones agrarias del municipio representadas por Isidro Cayuela (COAG), Pedro Martínez (UPA) y José Cánovas (ASAJA).
Tanto los encargados sindicales como los representantes políticos coincidieron en que es más viable medioambiental y técnicamente que la autovía parta del enlace con el Polígono Industrial "El Saladar". Antonio Aliaga, edil de Medio Ambiente y Urbanismo, explicó que en caso de que la viabilidad de la salida de la autovía por el Polígono sea patente, el PP apoyará también esta decisión.
Las quejas vecinales, informaron algunos de los asistentes, se sustentaban en muchas razones. En primer lugar, los terreros del polígono no son regables y, además, mucho menos ricos en agricultura que los que se encuentran en la carretera de Mazarrón.
Asimismo, las obras de las infraestructuras "son menos costosas si pasan por el polígono porque por allí no existen viviendas ni trasvase ni tuberías, sólo terreno con poco valor porque no tiene agua", aseguró Fernando Crespo. La Dirección General de Carreteras pretende que el trazado de la autovía se inicie desde la salida Totana Centro de la A-7 con la correspondiente desaparición de la actual carretera C-3315, "lo que significa no poder regular el tráfico y un estrangulamiento del desarrollo económico de la pedanía de El Paretón" aseguraron los presentes.
El portavoz vecinal explicó además que se ha elaborado una segunda propuesta alternativa que "no daña las zonas protegidas" puesto que los terrenos que habría que expropiar para su construcción son más baratos que las 5.500 hectáreas regadas con agua del trasvase Tajo-Segura presentadas en el trazado de la Comunidad. Vecinos y fuerzas políticas convinieron en que no sería rentable la desaparición de la carretera de Mazarrón, tal y como propone la Dirección General de Carreteras, porque se controlará mejor el tráfico y los agricultores tendrán buen acceso a la zona.
