La lluvia ha sido sin duda una de las protagonistas de la Semana Santa de 2004 y ha condicionado el normal desarrollo del programa de actos programado.
El traslado de los tronos en la mañana de Jueves Santo ya se vio salpicado por algo de agua, y algunas imágenes fueron protegidas con plásticos, pero ello no restó ambiente a dicho traslado. Jueves Santo por la noche los totaneros vistieron sus túnicas negras y la procesión salió a la calle, aunque no llegó a concluir ya que debido a las inclemencias meteorológicas, antes de llegar a la Parroquia de Santiago, los tronos que tomaban parte en ella regresaron.
Viernes Santo el panorama no era mucho mejor y la procesión de Viernes Sannto por la mañana fue suspendida por la lluvia, mientras que por la tarde, el Cabildo se reunió para decidir qué se hacía con la procesión del Santo Entierro. Tras deliberar, el párroco de Santiago, Francisco Fructuoso, informó que el desfile pasional se celebraría. Al final, la procesión del Santo Entierro pudo recorrer las calles de la localidad, aunque salió con cierto retraso.
