Las escuelas de verano han vuelto a abrir sus puertas como cada año durante el mes de julio. La Concejalía de Juventud ha puesto a disposición de los más pequeños una serie de actividades de ocio y tiempo libre con el fin de ayudar a que la época estival sea lo más divertida y amena posible.
Los colegios «Tierno Galván» y «Reina Sofía» son los escenarios elegidos para realizar estas tareas, que son impartidas por diez monitores repartidos en ambos colegios.
El Tierno Galván recibe de lunes a jueves a setenta y cuatro niños de 7 a 12 años, que realizan talleres de manualidades, disfraces, educación vial, excursiones, bailes, juegos de patio y campamentos deportivos, además de visitar todos los miércoles la piscina del Polideportivo Municipal de Totana. La Concejalía de Juventud junto con la Unión Temporal de Empresas Cope Decorde Iniciativas Locales han conseguido que los niños que asisten al programa en el colegio «Tierno Galván» aprovechen el verano de una manera útil y entretenida, fomentando el desarrollo óptimo de los hábitos de vida. Silvia Molino, monitora de la escuela de verano del «Tierno Galván», nos explicó que «los niños se divierten mucho con las actividades ya que se trata de aprender trabajando con las manos; por ejemplo nosotros tenemos un taller de creación de figuras en barro, también se divierten haciendo pulseras de colores, e incluso los pequeños han hecho las señales de tráfico para el curso de educación vial». La monitora también manifestó los deseos de los niños y los monitores por realizar una excursión a San Javier, aunque todavía no es seguro porque el presupuesto es escaso. Además de Silvia, Rosa, Luisa, Rosa y Alberto componen la formación de monitores que trabajan en la escuela de verano del colegio Tierno Galván.
Por su parte, el colegio Reina Sofía acoge a cincuenta y cinco niños de entre 3 y 7 años, de lunes a jueves durante toda la mañana, y sus actividades están coordinadas por la entidad alhameña Ecoespuña S.L. Carlos Martínez, monitor de la escuela de verano del «Reina Sofía», explicó a «Línea Local» las actividades que los niños realizan en el curso: «Por tratarse de niños más pequeños, los objetivos principales de los talleres son el desarrollo de las relaciones interpersonales y la psicomotricidad, la tolerancia a las diferentes razas y nacionalidades y el respeto por el medio ambiente».
Agenda de talleres
Para que los objetivos de la escuela de verano se hagan efectivos, los monitores han diseñado una agenda de talleres como pueden ser los destinados al reciclaje, a fomentar el amor al deporte y la vida sana, los bailes infantiles, baños en la piscina municipal y visión de películas de vídeo. Los monitores de esta escuela son, además de Carlos, Javier, Ana, Marina y Encarna.
En un principio, la escuela de verano iba a realizarse, además de en el barrio "El Parral", en el Instituto Viejo, pero a este último solamente se inscribieron diez niños por lo que se anularon las actividades en este centro.
El broche final lo pondrá la fiesta final del 31 de julio donde se celebrará la clausura del curso con bailes y juegos, a la que asistirán, además de los niños y los monitores, los padres.
Las escuelas de verano ofrecen grandes ventajas y utilidades porque los niños materializan sus ideas y su creatividad en proyectos interesantes que pueden resultar muy beneficiosos para su crecimiento.