La semana se inició en Totana con un macabro hallazgo. El pasado lunes, 28 de abril, fue hallado el cadáver de un hombre en el interior de un pozo en el paraje del Cabezo de la Rendija de Totana en la Carretera Nueva de La Santa. Más tarde se confirmó que se trataba de Ángel Navarro López, un hombre que se encontraba desaparecido desde el pasado 28 de marzo.
El cuerpo fue localizado por voluntarios de Protección Civil que estaban inspeccionando desde el pasado sábado todos los pozos de Sierra Espuña, tras la petición de colaboración realizada precisamente por la familia de Ángel Navarro que se encontraba desaparecido desde el pasado 28 de marzo, y que más tarde se comprobó que era el fallecido.
Los voluntarios de Protección Civil de Totana observaron indicios a primera hora de la mañana del lunes, al inspeccionar el citado pozo, que el poste de la valla del mismo estaba movido, que la vegetación estaba dañada y que al parecer había restos de sangre en sus inmediaciones, según informó el alcalde, Alfonso Martínez Baños, quien indicó que Protección Civil dio aviso a la Guardia Civil y se avisó posteriormente a los bomberos, que comprobaron alrededor de las dos de la tarde de ese día que en el interior del pozo se encontraba un cadáver.
Hasta el lugar acudieron agentes de la Guardia Civil y la Policía Judicial de este cuerpo, agentes de la Policía Local de Totana, voluntarios de Protección Civil, efectivos del Parque de Bomberos de Alhama-Totana, y agentes forestales. También acudió la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Totana. También se personaron en el lugar el alcalde de Totana; el concejal de Seguridad Ciudadana de esta localidad, Pedro Ponce; y el primer edil de Aledo, Simón Alcaraz.
Complicado rescate
Dado la dificultad para extraer el cuerpo, ya que el pozo tenía una profundidad de unos 75 metros, se procedió a utilizar una grúa para su rescate. Dos bomberos, con equipos de respiración asistida, se introdujeron en el interior del pozo. Las tareas para extraer el cuerpo resultaron complicadas ya que además, la mitad del pozo tenía un diámetro de unos 3,5 metros y el resto de un metro y medio solamente. Finalmente, el cuerpo pudo ser extraído alrededor de las siete menos diez de la tarde, una hora y cuarto después.
Allí, el forense tomó las primeras pruebas, aunque el cuerpo fue trasladado más tarde al Instituto Anatómico Forense de Murcia, donde se le practicó la autopsia al día siguiente.
Llamada anónima
Una llamada anónima recibida en el cuartel de la Guardia Civil pudo poner sobre la pista a los investigadores de dónde podía hallarse el cuerpo de la víctima de tan macabro suceso.
Según explicó un hermano de éste, José María Navarro, en el cuartel de la Guardia Civil se recibió una llamada anónima, diciendo que por la zona de Sierra Espuña se podía encontrar éste, lo que puso sobre la pista a los investigadores para el hallazgo. Después de esta llamada, la familia se puso en contacto con el alcalde, Alfonso Martínez Baños, y se organizó un dispositivo de búsqueda y rastreo por parte de Protección Civil desde al pasado sábado, 26 de abril, que culminó con el hallazgo del cuerpo, el lunes, día 28.
Unos voluntarios de Protección Civil que se encontraban por esa zona observaron ciertos indicios en las inmediaciones del pozo y dieron aviso a la Guardia Civil. Los bomberos, avisados más tarde, comprobaron que en el interior del citado pozo había un cadáver.
Pero el hallazgo era especialmente macabro, ya que el hombre estaba amordazado y maniatado. Además, el cuerpo, tal y como explicó el primer edil de Totana, se encontraba envuelto en bolsas de plástico de color verde y negro, y sobre los plásticos había cintas de precintar; y se hallaba en avanzado estado de descomposición, por lo que resultaba muy difícil de identificar, aunque todo apuntaba ya a que podía tratarse del hombre cuyo paradero se desconocía desde hacía un mes, como luego se confirmó. El primer edil señaló que al parecer, el hombre ya estaba muerto cuando fue arrojado al pozo.