Conmoción y consternación en la calle Doctor Jiménez Díaz de Totana. El pasado miércoles una joven ecuatoriana, Mª Fernanda N. G., de 20 años de edad, y embarazada de casi nueve meses, fue encontrada muerta a los pies de la escalera de su domicilio, y con evidentes signos de violencia, según informaron fuentes cercanas a la investigación. Aunque al parecer, el fallecimiento se pudo producir por la mañana, el cuerpo no fue descubierto hasta las siete de la tarde por los padres de la joven, cuando regresaban de su jornada laboral, informaron las mismas fuentes.
La joven, que estaba a punto de dar a luz, residía desde hace tiempo con sus padres, un hermano, una hermana y tres sobrinos de corta edad, en la citada vivienda, de planta baja y primer piso. Estaba casada, aunque su marido se encuentra, parece ser, en Ecuador. Al parecer, los pequeños se encontraban en el domicilio, en el primer piso de la casa, y estuvieron allí solos todo el día mientras el cuerpo de la joven permanecía a los pies de la escalera del descansillo.
Hasta el lugar se desplazó personal del Centro de Salud de Totana, quienes determinaron en primera instancia que la joven estaba ya sin vida. El levantamiento del cadáver no se produjo hasta pasadas las nueve de la noche, por lo que en el lugar se fueron concentrando vecinos, principalmente compatriotas de la joven. Además de Policía Local y Guardia Civil, en el lugar se personó asimismo el alcalde, Alfonso Martínez Baños. También se requirió la presencia de un psicólogo de la Concejalía de Servicios Sociales para que prestara apoyo a la familia.
Un súbdito ecuatoriano, L.E.CH.Q., de 25 años de edad, fue detenido poco después por la Guardia Civil como presunto autor del homicidio, informaron fuentes de la Delegación del Gobierno. Según las investigaciones de la Guardia Civil, la muerte se habría producido tras una discusión del detenido con la fallecida, en la que aquel habría intentado ahogarla con una bolsa de plástico, empujándola posteriormente por las escaleras, según las mismas fuentes.
Muestras de dolor
Uno de los momentos más dramáticos fue el instante en que se sacó el ataúd con el cuerpo de la joven, para ser trasladado hasta el Instituto Anatómico Forense de Murcia para que se le practicara la autopsia.
La hermana de la joven, que se encontraba en la calle no pudo reprimir los llantos y gritos de dolor, los mismos que de vez en cuando se oían salir del interior de la casa, donde se encontraban los padres de la joven fallecida, que se encontraba en avanzado estado de gestación.
Mientras, en los alrededores de la vivienda se concentraban vecinos y curiosos. Un joven ecuatoriano, conocido de la hermana de la mujer fallecida y que se acercó hasta el lugar, manifestó que la familia se encontraba, como era lógico, "muy afectada y dolida".
