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SOLEMNE PREGON DE LA SEMANA SANTA DE TOTANA del año 2005, pronunciado por el Sr. D. ANTONIO PINTADO CABRERA (13/03/2005)
<A HREF="http://www.guadalentin.net/media/totana.net.media3/pregon2005.wma">Haz Click para oir el audio</B></A>

Hace mucho tiempo, una estrella, bendita por su luz y su fuerza, condujo a tres Magos de Oriente hasta Belén, un lugar perdido entonces, donde una mujer humilde y desconocida acababa de dar a luz a un Niño en un establo.

La mujer, la madre de aquella criatura se llamaba María y estaba casada con José, un carpintero de Nazaret. Al recién nacido le pusieron el nombre de Jesús, y el mensaje que comenzó a pregonar, siendo ya hombre, aseguraba que todos somos hermanos porque Dios Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, es nuestro Padre.

Y es ese mensaje de fraternidad absoluta, con todas sus consecuencias, lo que nosotros conmemoramos con nuestra Semana Santa y lo que yo quisiera comenzar a transmitiros con mi humilde Pregón.

Sr. Presidente del Ilustre Cabildo Superior de Procesiones y Hermana Mayor y Señores Presidentes y cargos de nuestras Cofradías Nazarenas.

Sres. Párrocos de Santiago El Mayor y de las Tres Avemarías y queridos sacerdotes.

Sr. Alcalde, señores concejales y estimadas autoridades todas de nuestro pueblo.

Queridos nazarenos y amigos todos, de nuestra Totana y de otros lugares a veces muy lejanos.

Lo primero que han hecho todas las personas que han ocupado este lugar de honor y de servicio, ha sido agradecer la enorme atención que se tenía con ellos.

Por eso, Pedro, querido amigo y Presidente, además de agradecerte los elogios y los méritos que tan generosamente me atribuyes, por haberte acordado de mí para tan grande y honrosa tarea, te doy las gracias más sinceras.

Porque los únicos méritos que yo tengo los tenéis casi todos: ser totanero, ser nazareno desde antes de andar y, como no podía ser de otra forma, haber estado siempre dispuesto a arrimar el hombro como cada uno de vosotros.

Por eso, tengo el sincero consuelo de pensar que a partir de este momento, muchos más vais a poder ser pregoneros como yo; gracias a Dios, mis méritos y otros bastante más importantes los tenéis casi todos

Pero además, quiero agradecerte también que hayas aceptado la Presidencia del Ilustre Cabildo de Procesiones y por eso te felicitamos y le pedimos a nuestro Padre Jesús que preside la Hermandad que tu diriges (ese si que es un Compañero, Pedro) que te ayude a seguir siempre tu grandísima vocación nazarena.

Y tenemos que felicitar a nuestro Nazareno de Honor, Pedro Arias, porque estoy seguro de que la alegría que te produce, Pedro, el reconocimiento que el Cabildo hace de todos los años que has dedicado a tu cofradía y otras muchas cosas, te acompañarán ya siempre mientras vivas

Y a ti, Miguel, que has sido nuestro Presidente estos últimos cuatro años, yo, como pequeño regalo mío quiero decirte que tu entrega a lo que pregonamos, el estar siempre abierto a cualquier sugerencia tu gran capacidad de concordia y de trabajo todo, desde la sencillez, que es lo más grande, sin contar las obras materiales, como la culminación del conjunto de esfuerzos que dio lugar a la magnifica sede del Cabildo, es el legado más valioso que un nazareno puede dejarnos a nosotros y a Totana.

Por todo ello Miguel, muchas gracias por haber sido nuestro Presidente.

Yo, por mi parte, os aseguro que estoy aquí poco menos que cumpliendo un voto de obediencia, entre benedictina y espartana, porque en absoluto me considero digno de pregonar la Pasión y la Gloria de Cristo solo el haber tenido en cuenta lo que tantos de vosotros trabajáis cada año por nuestra Semana Santa me ha obligado a aceptar tan hermosa invitación.

Por eso, lo mismo que lo primero que hacemos cuando nos ponemos delante de Dios, es pedirle que perdone nuestro pecados, yo le pido aquí, delante de todos, que perdone los míos; a nuestra bendita Patrona Santa Eulalia, aquella cría que en Mérida, hace 1700 años, que tan jubilosamente acabamos de celebrar, buscó el martirio porque quiso y luego se vino a vivir con nosotros para siempre, a ella que me ayude y me dé fuerzas; y a vosotros, además de agradeceros vuestra presencia, rogaros también que si alguna vez de alguna forma, os pude causar algún sufrimiento, me lo perdonéis igualmente.

Y ahora me gustaría compartir con vosotros un recuerdo muy especial hacia todos lo que nos han precedido como nazarenos, y cuya obra nosotros continuamos porque lo mismo que es asombroso y gratificante comprobar que en muchas culturas lejanas y antiguas, a veces consideradas salvajes, existe la creencia firme en la vida después de la muerte y en que sus antepasados los ven y los oyen, e incluso en alguna, el convencimiento de que las almas de sus seres queridos se reúnen con ellos cuando los cerezos de sus jardines estallan de flores, los que creemos en el Nazareno de Judá tenemos lo esencial de todo eso como dogma de fe: La Comunión de los Santos que proclamamos en nuestro Credo nos asegura que todos los que se fueron durmiendo en los brazos del Señor, muchos de ellos nazarenos y nazarenas hasta la médula de sus huesos, como aquel nazareno del optimismo que fue nuestro Pepe el de Juliana, o Diego el que fuera tantos años Jefe de los Armaos, y Antonio Ruiz, el escultor de nuestro San Juan, o nuestro samaritano Bautista El Castril, o mi nazareno de honor, nuestro Alberto Ángel, joven hermano de la Posa y de San Juan y tantos otros que tenemos en estos momentos en nuestro pensamiento, absolutamente todos, por la misericordia infinita de Dios, están ahora mismo con nosotros y tenemos la esperanza ciega, como nos recordó nuestro Pregonero Manolo Moreno, y nos prometió el Galileo, de que volveremos a estar juntos de nuevo y para siempre al amanecer del último día, cuando ya no se ponga nunca más el sol.

Pues bien, yo creo que es importantísimo que tengamos una idea absolutamente clara de la grandeza y de la trascendencia de los hechos que pregonamos con nuestra Semana Santa, y más ahora que, de tantas formas, nos llegan intentos incalificables de ridiculizar nuestras creencias más sagradas y sus símbolos o de compararlas con un cuento cualquiera

Lo que nosotros pregonamos, es la historia más grande que jamás pudo ser soñada, y es esencial que no la olvidemos nunca, pero sobre todo cuando nos ponemos la túnica nazarena.

Por eso, a pesar de haberla escuchado tantas veces, os pido me permitáis a mí que os la recuerde una vez más . a mi manera.

Vamos a imaginar por unos momentos que este hermoso y sagrado templo es una clase inmensa y luminosa y que yo, maestro de escuela y profesor vuestro un ratico, os voy a explicar el tema que toca hoy : Se llama: Jesucristo y la revolución cristiana en la Semana Santa Totanera.

Sé que es la ultima vez que lo explico pero os aseguro que es un auténtico honor hacerlo en este lugar y con vosotros como alumnos incluso alumnos, padres y compañeros de hace ya algún tiempo, pero siempre vivo en el recuerdo más entrañable.

Aquí, a la sombra del Cristo de la Misericordia y a la verica de su Madre Santísima, nuestra Virgen de los Dolores.

Los hechos que pregonamos tuvieron lugar hace dos mil años, cuando todo nuestro mundo mediterráneo formaba parte de una máquina de poder absoluto que era el Imperio Romano:

Su emperador hasta tenía rango de divinidad, y el negarse a rendirle culto suponía el martirio y la muerte.

Las riquezas, las magistraturas, y todo el poder estaba en manos de los poderosos patricios, pero la clase social sobre la que descansaba todo aquel edificio, y cimiento intocable del mismo, era la esclavitud si ella desaparecía, aquel imperio se derrumbaba

Por eso, para poder comprender en todo su alcance el impacto en aquella sociedad del mensaje de fraternidad radical que pregonamos, es imprescindible tener presente que los esclavos no tenían la consideración jurídica de personas: eran cosas que se compraban y se vendían y que podían se destruidas, llevadas a la muerte, por sus dueños o por los poderes públicos incluso para divertirse

Precisamente ellos, objetivo primordial del mensaje de Cristo, representan a todos los pobres y abandonados de la tierra.

Y así las cosas, el Emperador ordena que todo el mundo se empadrone en su lugar de origen y nuestra familia nazarena se pone en camino de Belén.

María está a punto de dar a luz, pero en la ciudad de David no queda un mal rincón donde poder acogerlos y los pobres, como sabéis tienen que refugiarse en un establo y allí nace Jesús Estaba escrito en los profetas.

La historia universal de la desesperanza acababa de tocar fondo en aquel pesebre que servía de cuna a nuestro Nazareno recién nacido.

Luego, para que no maten al niño tienen que emigrar a Egipto y al final, pueden volver a Nazaret y la vida sigue hasta que un día el hijo de María y de José, ya hombre, comienza el pregón de su mensaje revolucionario y trastornador.

Las cosas que aquel Rabí de Nazaret decía y hacía, atravesaron los siglos lo mismo que una flecha traspasa el viento y fueron transformando, desde entonces, a todas las personas y los pueblos que lo conocían.

Curaba a los ciegos a los paralíticos a todos los enfermos que le llevaron y a su amiga Marta le dijo que El era la Resurrección y la vida: "Quien cree en mí no morirá para siempre, y si ya esta muerto, resucitará."

Ningún ser humano había escuchado jamás una promesa semejante y a continuación, para demostrar que podía hacerla, resucitó a Lázaro ante el espanto mortal de todos los presentes

Y decía cosas desconcertantes y disparatadas:

Les perdonaréis los pecados setenta veces siete

Yo tampoco te condeno

Bienaventurados los pobres, los enfermos los muertos de hambre y de frío todos los pobreticos de la tierra eran bienaventurados ahora, y establece como norma suprema de conducta el hacer por ellos lo que estaríamos dispuestos a hacer por El porque tuve hambre y me diste de comer porque iba a morir, pienso que diría en nuestros días, y me diste los órganos que ya no necesitabas, (no olvidemos que quien salva una vida, salva a la humanidad )

Y a su compañero del Calvario: te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso

Amarás a tu prójimo como yo te he amado.

Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.

Padre nuestro que estas en los cielos

Todo ese mensaje de perdón, de fraternidad radical, de exaltación y respeto del ser humano con todos sus derechos inalienables, y de vida sin fin después de la muerte, es lo que nosotros pregonamos con nuestra Semana Santa: yo desde aquí y vosotros con los "pasos" por las calles

Ningún pensamiento ni revolución política, ni filosófica ni religiosa, ha conseguido jamás, los logros de paz, de solidaridad, de consuelo, de esperanza, de libertad y de justicia que logró y sigue logrando el mensaje de Jesús el Nazareno.

A pesar de los sombras, algunas gravísimas, que no son de su mensaje sino de los mensajeros.

Pero ni Roma ni Jerusalén podían consentir semejantes desvaríos.

¿Cómo iban a ser hermanos los esclavos y los cónsules del Imperio y sólo existir un Dios verdadero que encima no era el Emperador?.

Semejantes ideas no solo eran una herejía, eran un delito alta traición al estado. y por lo tanto había que acabar con ellas.

Y Pilatos envía a Jesús a la Cruz en pura lógica, con aquello se acababa todo, pero la lógica de Dios no coincide con la nuestra y el mensaje que se intentaba borrar de la faz de la tierra, en lugar de desaparecer, comienza a conocerse por todas partes y cada día son más los creyentes pero comienzan también las persecuciones y los mártires ahora bien, ni todas las cruces del imperio, ni las fieras del Coliseo, ni el pretorio de Mérida, ni ningún Calfurniano del mundo, son capaces de frenar su fuerza, y el Emperador Constantino, gracias a la cristiana que lo trajo al mundo, Santa Elena, concede la libertad religiosa a todos sus súbditos y el mensaje de Jesús se sigue pregonando y, los pueblos germánicos comienzan a abrazar la fe de Cristo y por recordaros alguna cosa, en la España Cristiana aparece el Camino de Santiago, comunión espiritual y cultural de toda Europa y con él un arte románico desde las entrañas cristianas de la Edad Media y un arte gótico, inmenso y luminoso, que nos arrastra con sus catedrales hacia el cielo y en nuestra Totana medieval nace el Santuario bendito de nuestra Santa, refugio y alegría de nosotros y de todos y la esclavitud va desapareciendo poco a poco, y luego daría lugar al nacimiento de las Universidades y nuestro pregón Nazareno atraviesa la mar oceana con las naves de Castilla y llega al Nuevo Mundo y al Pacífico y a Asia y a África, y por todas partes brotan, con el agua samaritana que quita la sed para siempre, escuelas, misiones, y hospitales y centros que recogen entonces y ahora a los más pobres y abandonados de la tierra por las terribles enfermedades que padecían y padecen y ven la luz las primeras leyes de la historia que intentan defender a los conquistados de sus conquistadores y los códigos de justicia se hacen más justos y fundamenta y defiende hasta hoy los derechos humanos más sagrados e inviolables y aparecen tradiciones grandes y hermosas como nuestra Romería y nuestra Semana Santa y ahora mismo, en estos precisos instantes, miles de misioneros y nazarenos como nosotros lo están pregonando por toda la tierra, algunos con sus vidas ¿vosotros pensáis que todo eso puede ser obra de un pobre ajusticiado en una cruz y enterrado, sin más, para siempre ?

Pues todo lo que acabo de contaros, y mucho más, es la revolución cristiana, la más grande de todos los tiempos nosotros no podemos tener complejos ni vergüenza alguna de formar parte de semejante aventura de justicia, de solidaridad y de esperanza.

Por eso pienso que con nuestras procesiones, con sus pasos y sus imágenes, tenemos que proclamarla cada año con más fuerza que nunca, porque son como el Belén que inventó Francisco de Asís, el ecologista más grande de todos los tiempos, el libro sin palabras donde puede leer todo el mundo gracias a vosotros, ayudas y costaleros por eso, vosotros también sois pregoneros como yo: el sitio es lo de menos. Vosotros y todos los cientos y cientos de totaneros y totaneras que, sin salir en la tele, hacéis posible nuestra Semana Santa. Dios sí sabe vuestros nombres

Como decimos aquí siempre, en Totana todo empieza con el perfume nazareno del azahar

Cuando eso sucede, nuestra bocina, (muchas gracias, Juan, por mantener esta hermosa y bendita tradición), nuestra bocina, lamento ronco y amargo que desde lo más profundo del Miércoles de Ceniza nos desgarra los oídos y el alma, ella nos recuerda que se acerca la Pasión del Galileo azahar y estremecimiento en la Semana Santa Totanera.

Y nos lo anuncian nuestras bandas de cornetas y tambores al principio de sus ensayos, tormento del oído pero luego, sus jefes, otra vocación nazarena, obran el prodigio y vemos el esfuerzo que acompaña a nuestros pasos y cada año mucho más. Tenemos que mimarlos por lo que representan y porque aún nos queda mucho campo que labrar en esta inmensa llanura de la música nazarena hasta que nuestro Cielo se llene de "benditas estrellas", de "saetas" y de "oraciones" seguid andando, estáis en el buen camino

Y los Armaos nuestra legión romana, nazarena y totanera De pequeñito, como todos, me quedaba con la boca abierta viendo aquella demostración de poder militar, con Diego a su frente ni la "Legio Séptima Gémina" que engendró la hermosa León de nuestros días, tenía nada que ver con mis Armaos Ahora son, como si quisieran pedir perdón por Jerusalén, la guardia de honor que escolta a Jesús Nazareno y lo custodia en su Sepulcro y le rinde honores hasta el punto de abatir su bandera por el suelo de este Templo para que el Santísimo la tenga de alfombra en los Oficios del Jueves del Amor Fraterno ya no es posible imaginarse nuestra Semana Santa sin ellos forman parte de sus entrañas nazarenas, ya no se pueden separar ni del "Sepulcro" ni del "Señor con la Cruz a cuestas"

Y vosotros, Presidentes y cargos de nuestras cofradías aprendices y maestros de cualquier oficio en vuestros pasos vendedores de loterías y de ilusiones una veces pedigüeños y otras hasta "atracadores", por amor a esta Santa tradición el motor que nunca se para si os merecéis lo más grande ¡ una plaza en medio del pueblo, como dice la gente, os ponía yo si pudiera a todos vosotros! ! los Presidentes nazarenos de Totana, ! y la Hermana Mayor también, Adela, que te lo mereces como el primero en tus "Bodas de Plata" con la Cofradía del Silencio.

Pues bien, nosotros los totaneros, conmemoramos y pregonamos tan transcendentales acontecimientos, únicos en la Historia, de la forma siguiente: Lo mismo que en Jerusalén, el Domingo de Ramos, "El que viene en nombre del Señor" recorre nuestras calles a lomos de una borrica derramando alegría y haciendo las delicias de todos los totaneros grandes y, de forma muy especial, los chiquiticos, que nos acompañan ¡Bendita algarabía de palmas y olivos ¡

Pero ya en la noche del Jueves al Viernes de Dolores, tiene lugar entre nosotros el encuentro de Jesús con su Madre Santísima, saetas de dolor en la Totana Nazarena.

Y el Martes Santo por la noche, nuestro primer desfile con los pasos.

El Miércoles es para nosotros el día del silencio del silencio que grita por las calles oscuras de nuestro pueblo la pasión del Maestro, desfile de categoría nazarena como el mejor que tengan en Sevilla o en Zamora el Santísimo Cristo de la Agonía y la Santísima Virgen de nuestra Esperanza por las calles en silencio de Totana oración profunda de un pueblo a las dos únicas Luces que iluminan sus noches y sus almas

Y abriendo los desfiles del Jueves que luego culminarán el Viernes Santo, Jesús y la Samaritana escena cargada de esencias evangélicas: "el agua que yo doy a beber quita la sed para siempre" Ella apagó la sed del Nazareno y nosotros, en recompensa, la llevamos con Él por nuestras calles nuestra Samaritana misionera de los pobres de Honduras

La Santa Cena nos recuerda uno de los momentos culminantes de nuestra Fe: Jesucristo cena con sus Discípulos y, para quedarse siempre con nosotros, convierte el pan y el vino en su cuerpo y en su sangre Es el Jueves del Amor Universal y Eterno rico y humano conjunto de imágenes presididas por Jesús: Los amigos, como siempre, se juntan para despedirse.

Después de cenar, el Señor se retiró al Huerto de Getsemaní. La Oración en el Huerto nos muestra la bellísima imagen del Ángel salzillano dando ánimos a Cristo en la noche más negra de su vida Dios hombre buscando a Dios Padre en su soledad terrible hágase tu voluntad los oscuros olivos lloran en silencio asustados viendo al Nazareno sudar sangre ¡Cuantos recuerdos van con nuestra "Posá" de Totana!

Y llega Judas con los que iban a prenderlo había vendido a Jesús por treinta monedas de plata que le quemarían el alma y la vida en el árbol del amor No se acordó del perdón infinito del Maestro

El Beso de Judas inmortaliza la traición mientras Jesucristo sigue haciendo el bien y cura la oreja herida del esbirro traición y misericordia en el paso del Prendimiento.

"Antes de que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres" y Simón Pedro juró tres veces aquella noche que no lo conocía, pero lloro amargamente y eso lo salvó

Es la Negación de San Pedro que a mí, siempre me trae el recuerdo vivo de mi madre, que nunca se puso una túnica negra, pero tenía un alma grande nazarena: fíjate qué malos son, me decía, y cómo le hacen sufrir al Señor !" Los pobres chepes estaban cumpliendo su importantísima misión de enseñar a las gentes sencillas una imagen vale más que mil palabras.

Pilatos ve que Jesús es inocente y prueba a conformar a aquella jauría y a sus Sumos Sacerdotes ordenando que lo azoten Jesús Flagelado nos muestra la imagen indescriptible de aquel castigo muchos reos morían antes de llegar al final del tormento pero Cristo, con las manos crispadas y la espalda en carne viva, tenía que resistir para que se cumpliera la profecía de su muerte.

Entonces, el gobernador romano, pensando que ya tendrían sangre de sobra, les presentó al Nazareno ¡!ECCE HOMO¡¡ ¡Aquí tenéis al Hombre¡ pero ni el látigo, ni la corona de espinas rompiéndole la cabeza, ni el intento miserable de ridiculizar su impresionante figura destrozada, consigue que lo perdonen: ¡Crucifícale y suelta a Barrabás!.

Y entonces "Pilatos se lava las manos" pero encarnará para siempre la cobardía y la miseria porque tuvo el poder hasta militar y político de hacer justicia, pero no tuvo la grandeza moral de aplicarla y ordena al centurión que lo crucifique: Fac quod volunt : Haz lo que quieren.

Y ellos lo cargan con una pesada Cruz y le hacen caminar hacia el Calvario: es Nuestro Padre Jesús Nazareno, imagen entrañable y absolutamente significativa de todas las Semanas Santas de la tierra Nuestro "Señor con la Cruz a cuestas".

Yo, que, si pudiera, sería hermano de todas nuestras cofradías, me apunté a ésta porque mi "nazarena sin túnica" me dijo que su padre había sido siempre de este "paso", y para mí, es como si se tratara de un pequeño homenaje que aún le sigo rindiendo al abuelo que nunca pude conocer ni disfrutar Yo ocupo desde bastante crío el hueco que él dejó son trocicos de nuestra vida ligados a nuestra Semana Santa, como estoy seguro de que os pasará a todos vosotros

Nunca se cansa uno de mirar el rostro impresionante del Nazareno que, visto desde abajo, cuando vamos llevando el paso, parece que te va dando las gracias por ayudarle a llevar su cruz precisamente El.

Y como no puede más, Jesús cae una y otra vez bajo el peso de la misma qué sentiría la Santísima Virgen recordando cómo lo recogía al caerse jugando de pequeñico, como nosotros a los nuestros y ahora no la dejaban ni acercarse a El es el Santísimo Cristo de la Caída que nos muestra el único camino de la vida para todo: levantarse y tener el valor de seguir andando.

Luego, de pronto, sucede algo asombroso: según la tradición, una mujer siente tal compasión por El que, haciendo gala de una valentía inaudita, consigue llegar hasta Cristo y limpia lo que quedaba de su rostro Santísimo con un paño que tenía y el sudor, el polvo, la sangre y la tierra que ella quitó de su cara, regalo de Dios, se quedó impreso en aquella tela que ahora nos muestra la imagen nazarena de nuestra Verónica sin consuelo.

Algunas mujeres estuvieron con el Señor hasta en el mismísimo Calvario.

Las costumbres judías, nos decía en su hermoso pregón Brígida López, herían a la mujer con una manifiesta repulsión y desprecio se las consideraba seres de categoría inferior.

Pero Jesús las trató en absoluta igualdad de condiciones y se adelantó dos mil años al reconocimiento legal de su dignidad humana y social con todas sus consecuencias Ellas y San Juan demostraron un valor y un arrojo que les faltó a todos los demás

María Salomé y María Cleofé, amigas y discípulas, con sus familias, de Jesús hasta el último momento, simbolizan, para mí, la entrega y el esfuerzo silencioso de tantas mujeres de todos los tiempos a la causa del Señor Cuantos miles de personas, desconocidas para nosotros que no para Dios, siguen sus pasos por toda la tierra ¡Imágenes benditas y entrañables de nuestra Semana Santa. ¡

Y con ellas, nuestra María Magdalena, de belleza salzillana, aunque sin punto de comparación con la belleza de su alma nazarena, que nos ofrece una de las claves del cristianismo: se le perdona mucho porque ha amado mucho pero también, ha amado mucho porque se le ha perdonado mucho. perfumes y cabellos para los pies cansados del Maestro ella es la primera que ve al Resucitado y El la convierte en su mensajera de vida eterna ¡cuánto tenía que quererlo ¡

Y con ella estuvo Juan, nuestro evangelista y profeta como Isaías y los grandes de Israel que nos representó a todos cuando Jesús, desde la Cruz, nos hizo hijos de su Madre Santísima Su imagen evangélica y profética nos muestra su mirada triste y profunda que recuerda un Evangelio y sueña un Apocalipsis.

Pero por encima de todo, estuvo y está, María Santísima, la Santísima Madre de Dios que se convierte en nuestra "Virgencica" cuando estamos en los hospitales y en las puertas de los quirófanos.

Esta Santísima Virgen de los Dolores que está aquí con nosotros ¡Cuantas veces, "Virgencica", pensarías que la profecía del Calvario sólo era un mal sueño que no llegaría nunca ¡ tú , que como todas las madres, te pasaste la vida cuidándolo con toda tu alma, ahora tenias que verlo destrozado en una cruz sin poder hacer absolutamente nada

Desde el establo de Belén hasta el Calvario, ¡qué larga fue tu "calle de la Amargura!"

Nosotros te decimos lo mismo que David le dijo a Jerusalén: ¡Que las gentes maldigan mi nombre si yo me olvido de ti, "Virgencica" de los Dolores ¡

Y llegan por fin al Calvario y, después de arrancarle el sayal de la piel, lo ponen sobre el madero y comienzan a clavarlo al parecer, las manos no llegaban a los agujeros de los clavos ya hechos más horror y más torturas

Cuando proceden a la Elevación de la Cruz, el Cuerpo de Cristo, con miembros desencajados, sufrirá su penúltimo desgarro con el golpe seco de ésta en el hoyo del suelo

El Rey de los Judíos ya está crucificado la profecía se está cumpliendo Nuestra Semana Santa nos lo muestra en los momentos cruciales de su muerte: Jesús en el Calvario Jesús Traspasado, El Santísimo Cristo de la Sangre y el Santísimo Cristo de la Agonía del Silencio totanero

Cristo en la Cruz es el perdón absoluto ni espera ni pide nada a cambio "porque no saben lo que hacen" Es la esperanza absoluta de todos los que, sea como sea, le hemos fallado una o mil veces "Yo tampoco te condeno"

Cuando muere, José de Arimatea y Nicodemo desclavan su cuerpo y lo bajan el Descendimiento es piedad y valentía Al pie de aquel madero, estaban los brazos abiertos de su Madre Santísima que se muere por volver a tenerlo

Es la Caridad ¡cuantas madres van con ella en ese trono! La carica llorando de esa Virgen nazarenos de todos los tiempos y todos los pasos en sus brazos la Posá de Totana nos sigue abrazando por las calles del pueblo "resucitarán".

La terrible Cruz de Cristo se queda sola en el Calvario sólo un velo blanco acaricia la sangre del Maestro que la volvió reliquia, la Exaltación de la Cruz nos muestra, en su aterradora soledad, la causa irracional de la condena: Jesús Nazareno, Rey de los Judíos.

Y lo pusieron en un Sepulcro nuevo siempre recordaré sus rodillas rotas mi mente de crío la guardó y aún las sigo viendo ¡fíjate que malos son! y junto a El, en nuestro Sepulcro, el silencio solemne que imponía la guardia que montaban mis Armaos.

Cuando Cristo murió, un cielo negro de tormenta se hundió sobre el Calvario el velo del Templo se destrozó solo y la tierra se abrió y se retorció de dolor viendo al Nazareno muerto en la Cruz.

El mismo centurión, sobrecogido y espantado, proclamó que aquel Hombre era el Hijo de Dios.

Todo el Universo guardó silencio aquel sábado.

Al día siguiente, tres mujeres se dirigen al Sepulcro muy de mañana pero lo encuentran vacío

En su angustia, no se acuerdan ni de Lázaro ni de nada.

Entonces, unos hombres vestidos de blanco, les dicen:"¿por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?"

Y María Magdalena, al oír su nombre en la boca del que ella creía el hortelano, se da cuenta de que tiene delante a su Maestro del alma Resucitado de nuevo se cumple la profecía y Jesús se encuentra con su Madre que ya será para siempre la Santísima Virgen de la Alegría infinita campanas flores palomas túnicas blancas, y azules, aleluyas y palmas

La luz de la esperanza que brillo en el pesebre de Belén para Magos y pastorcicos, brillaba ya para siempre para todas las gentes de toda la tierra.

Volvíamos a ser Hijos de Dios como al principio del Edén.

Es la procesión totanera del Resucitado en nuestro Domingo de Pascua.

El ansia humana de vida eterna, esencia del mensaje cristiano, acababa de ser ratificada para siempre por Cristo Nazareno.

Pues todo eso, y lo que significa y ha significado para toda la humanidad, es lo que nosotros pregonamos con nuestra Semana Santa. Con nuestros pasos y a nuestra manera, para que todas las gentes puedan verlo y comprenderlo

Y por supuesto que sé, queridos Presidentes y amigos, que tenéis muchos problemas pero ¡cuánto hemos avanzado¡ ¿por qué no pensáis en hace 30 años solamente?.

Yo quisiera, para terminar, que mi Pregón os llevara optimismo y aliento porque, tenemos muchos motivos para la alegría y la esperanza.,

Junto a los desfiles y actos de siempre, tenemos desde hace poquico tiempo, un encuentro entre Jesús y su Madre Santísima y otra procesión que llena nuestra noche de los martes

Los Jueves por la mañana, la llegada de los tronos a esta Iglesia se ha convertido en una auténtica explosión de luz y de alegría popular, que distingue, entre todas, a nuestra Semana Santa.

Y el día de la música nazarena con todas las bandas rindiendo un clamoroso homenaje a la Pasión y la Gloria de Cristo y la apoteosis procesional de la madrugada del Viernes Santo con todas nuestras imágenes esperando en la plaza la llegada de la Virgen de los Dolores ¡Impresionante cuadro nazareno¡

Y desde siempre, esa reliquia de sentimientos pasionales que es nuestra orquesta de la Dolorosa: Juan Miguel Marín y el Cántaro, alma nazarena y alfarera de nuestra Totana profunda y creyente.

Y la de San Juan, jovencica como él, recordándonos con sus marchas la Jerusalén celestial de su Santo Evangelista y Profeta.

Y la de la Mª Magdalena nuestra Agrupación Musical del Paretón, vinculados a la Apóstol de los apóstoles, como totaneros admirables de ese trozo de nuestro pueblo.

Y no puedo olvidarme de nuestra Agrupación Musical, grande, juvenil y nazarena como las otras, y que ha paseado el nombre de nuestra Totana por tantos lugares y tantas procesiones, con su hacedor y director de siempre al frente, ejemplo todos ellos de trabajo y de lucha contra todos los vientos y todas las mareas

¡Cuánto le debe la Totana nazarena a todos sus músicos nazarenos¡

Y ese broche de oro que es la procesión del Resucitado, culminación triunfal de nuestra Historia y de todos los pregones del mundo.

Y el Vía Crucis de Nuestro Padre Jesús Nazareno y los de todas las Cofradías

Y todas las nuevas sedes y los "Pasos" nuevos y el honor de ser "ayudas"

Si hasta tenemos corporaciones municipales con Alcaldes y concejales, desde hace años que tienen a orgullo ser costaleros en sus pasos y lo que haga falta en sus cofradías

Ellos también se merecen, todos, un huequecico de reconocimiento en esta gran tarea.

Y que sigan ¡pero sin miedo a pasarse¡ que para eso son nazarenos totaneros

No tenemos derecho al desaliento aunque algunos se pongan la túnica negra y no vayan a las procesiones algunos miles, dicen algunos Yo no voy a defender ese comportamiento porque nuestra meta es otra, pero me vais a permitir que tampoco lo condene y la razón es muy sencilla: ¿cuántas personas acompañaron a Jesucristo aquel primer Viernes Santo en Jerusalén? Allí todo el mundo estaba en sus negocios y en sus fiestas y Jesucristo no condenó ni siquiera a los que lo llevaron a El a la Cruz y al Calvario "Padre, perdónalos "entonces, mucho menos iba a condenar a los nuestros ¿cómo vamos a condenarlos nosotros?. Fijaos en que Totana entera se vuelve Jerusalén y nazarena y lo desborda todo es nuestra manera única de entender y vivir esta santísima tradición.

También en otros lugares, junto con momentos de profunda piedad, tenemos extrañas costumbres, pero absolutamente respetables y nadie se avergüenza de ellas y yo, menos.

Nosotros, poco a poco, nos acercamos cada vez más, este camino es muy largo y lleno de espinos, a la seriedad castellana y andaluza que es nuestro auténtico objetivo por mucho que nos falte ¡infinitamente más faltaba en Jerusalén¡ y Jesús Nazareno no abandonó.

Y eso, sin contar esa demostración de nazarenismo puro e insuperable que es nuestro silencio del Miércoles Santo.

Yo he leído en algún sitio que "la nostalgia de Dios constituye el estrato más hondo de todas las culturas", entonces, ¿quién puede asegurar que ese afán por ponerse la túnica de siempre no sea en el fondo de sus almas, nostalgia de Dios?.

Es el tirón innegable de la túnica negra que llevaron nuestros abuelos y llevarán nuestros hijos y nuestros nietos es preciso nacer en Totana para poder sentir todo esto. Nuestra túnica negra nazarena tesoro de nuestro pueblo. Que lleva camino de convertirse en otra reliquia de nuestra Semana Santa

¿Y la cantidad de totaneros y totaneras que la viven con sus cinco sentidos y con toda su alma?

Y es que ahora estamos recogiendo la impresionante cosecha que habéis estado sembrando vosotros estos años y nadie puede imaginarse lo inmensa que será la que ya están sembrando nuestros jóvenes nazarenos de hoy.

Es sencillamente nuestra pequeña Jerusalén, nuestra Totana y nuestra Semana Santa y si no es todavía perfecta, también tiene su grandeza por eso tenemos que quererla y no avergonzarnos nunca de ella, sino todo lo contrario, sentirnos muy orgullosos de que sea la nuestra.

Nosotros no olvidemos jamás los miles de establos y pesebres donde nacen y viven los Cristos de nuestros días y muchos, ni siquiera eso. Los pobres de ahora no tienen nada que envidiarle a los esclavos de aquel imperio, vamos a colaborar en todo lo que podamos en cuantos proyectos e iniciativas intenten sacarlos de su pobreza y su miseria, injusticia que clama el cielo, hasta que sea una realidad aquella Jerusalén celestial que vio San Juan, sin llanto, sin dolor, sin muerte y nos pongamos por ultima vez la túnica nazarena para participar, con todos los que nos están esperando, en la eterna procesión del Resucitado por el Paraíso cristiano de los Cielos, absolutamente convencidos de que nuestra Eulalia bendita de Totana y de Mérida, que ya se habrá vuelto nazarena de tanto juntarse con ellos, nos ayudará siempre y hasta que llega ese día, a todos vosotros nazarenos y nazarenas que trabajáis todos los años para hacer más grande, más hermosa y hasta más Santa esta Semana que ya es Santa, que el Nazareno que resucitó en Jerusalén, os bendiga y os llene a vosotros, a todos, y a nuestros hijos y a nuestros nietos, de paz, de alegría y de esperanza, para seguir pregonando siempre la Semana Santa de Totana.

Amén, así sea.

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