el periódico 20/2/04
por
independiente
20/02/2004
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EL ARTÍCULO DEL DÍA // JOAN TAPIA Palabra de ETA
• Un partido que ha hecho bandera de la lucha antiterrorista no puede recurrir a un comunicado de la banda para atacar a sus enemigos JOAN Tapia Director general de BTV El domingo 28 de noviembre de 1999, a tres meses de las elecciones, ETA dio por concluida la tregua que mantenía desde septiembre de 1998. Romper las esperanzas de una tregua de 15 meses y asesinar fríamente en las semanas previas a unas elecciones solo podía obedecer a una estrategia de intervención en la campaña electoral. El pasado martes, 17 de febrero del 2004, habían pasado más de cuatro años. ETA no asesinaba desde hacía meses. No porque hubiera tregua, ni porque no quisiera, sino porque la globalización de la lucha contra el terrorismo, tras el atentado del 11 de septiembre del 2001 --unida a medidas discutibles desde la óptica democrática como la ilegalización de Batasuna--, la habían colocado al borde de la asfixia. La batalla política, en el horizonte de las elecciones del 14-M, se caracterizaba por un rechazo frontal del PP a las reformas autonómicas planteadas básicamente desde Euskadi y Catalunya. Y las últimas encuestas indicaban que el PP perdía la mayoría absoluta. Es más, la bomba que había estallado pocas semanas antes, al saberse que Josep Lluís Carod-Rovira había mantenido una sorprendente e inexplicable reunión con ETA, parecía no haber perjudicado a José Luis Rodríguez Zapatero, el único que puede discutir la presidencia del Gobierno al sucesor de José María Aznar.
PERO ETA ha vuelto a intervenir a través de un vídeo en el que dos encapuchados, con la bandera catalana estelada, anunciaban una tregua circunscrita a Catalunya. El mensaje implícito era que ETA lo había pactado con Carod-Rovira, algo que sólo puede favorecer las expectativas del PP, lanzado desde hace meses a relacionar independentismo con terrorismo. Y a acusar al PSC y al PSOE de falta de firmeza. La conclusión es que ETA, que nunca ha respetado las urnas, vuelve a estar en campaña. Y que apuesta por el PP. Pero esto sólo indica que los objetivos terroristas, además de repugnantes y antidemocráticos, son de una gran confusión. Ya lo sabíamos. Lo preocupante es la avidez con la que los dos máximos dirigentes del centroderecha español han utilizado el comunicado de ETA para intentar derribar a Pasqual Maragall, erosionar a Zapatero y atacar a todos los que no comparten su visión del terrorismo y del nacionalismo. No es lógico que un partido que ha hecho de la lucha contra ETA su bandera recurra a un comunicado terrorista como argumento de autoridad para atacar a sus enemigos. Y eso por más que la reunión de Carod con ETA --juzgada por el 77% de los españoles y el 73% de los catalanes como un grave error político-- pueda servir de coartada. ¿Son más fiables los encapuchados que un político siempre contrario a la violencia y que tiene el apoyo pacífico de una parte del electorado catalán? ¿Puede girar todo el debate político sobre los sobreentendidos y las insinuaciones de un comunicado de ETA? ¿Son suficientes para exigir la crisis de un Gobierno democrático? ¿Es prudente utilizar a ETA para debilitar al PSOE, partido con el que se ha firmado un pacto antiterrorista, proclamado esencial para hacer perder a ETA toda esperanza?
HACE TIEMPO que la opinión pública sabe que ETA sólo pretende un desatino. La incoherencia de ETA no puede escandalizar. A quien no respeta el derecho humano más elemental --el derecho a la vida-- no se le puede pedir coherencia con otros valores como el autogobierno o el progresismo. Pero a un partido como el PP, cuyos correligionarios mandan en muchos países y que ha gobernado ocho años, sí se le debe exigir que actúe responsablemente, que no sacralice ni exagere los comunicados de los terroristas y que no divida a la opinión publica y a los partidos democráticos. ¿Es más importante la mayoría absoluta que la normalidad política? ¿Qué estabiliza más la democracia española: la mayoría absoluta del PP o la convivencia de nacionalistas españoles, nacionalistas vascos, nacionalistas catalanes, escépticos en materia de nacionalismo y...? ¿Puede un partido poner sus intereses, a corto plazo, por encima del objetivo compartido, a largo, de una democracia moderna y capaz de integrar a "nacionalidades y regiones"? Son preguntas que la cúpula del PP, inmersa en una alocada carrera por salvar la mayoría absoluta, ni siquiera se plantea. Quizá fuera bueno que los políticos catalanes del PP Josep Piqué, Alberto Fernández, Dolors Nadal..., que saben lo que es estar en minoría, tomaran alguna distancia.
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» el periódico 20/2/04 « - por independiente, 20/02/2004 18:52
RE: el periódico 20/2/04 - por 400gramos, 20/02/2004 | RE: el periódico 20/2/04 - por 400gramos, 20/02/2004 | 400 gramos = 1 libra (o sea libre), LIBRE E INDEPENDIENTE. - por LIBRE, 21/02/2004 |
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