Todos los años, la llegada del día 17 de enero, nos trae a nuestro municipio la celebración de la festividad en honor de San Antonio Abad, conocido cariñosamente como San Antón. Esta festividad -de profundo arraigo popular-, combina tradición, espiritualidad y cariño por los animales, convirtiéndose en una de las fechas más entrañables del calendario local.
El Santo protector de los animales.
San Antonio Abad nació en Egipto hacia el año 251 dC., en el seno de una familia acomodada. Tras quedar huérfano a los 20 años, decidió renunciar a todas sus riquezas, repartir su herencia entre los pobres y retirarse al desierto.
Su vida como asceta captó la atención de muchas de las gentes del lugar, pues querían entender y conocer, qué era aquello tan importante que San Antón había encontrado, que le llevó a renunciar a todas sus riquezas y bienes materiales, para irse a vivir como un ermitaño. Esas gentes acudían a él buscando su guía espiritual, su consejo y su formación. De este modo, sin proponérselo, San Antón sentó las bases del monacato en Occidente, fundando varias comunidades monásticas y liderándolas como abad.
¿Por qué es Patrón de los Animales?
Es en su conexión con la naturaleza y los animales donde radica el origen de su patronazgo, pues San Antón encontró en ellos una compañía que enriquecía su espiritualidad, y los protegía como parte de la creación divina.
Su vínculo con los animales se consolidó sobre todo en la Edad Media. Los monjes de los monasterios que él fundó, conocidos como Antonianos, criaban cerdos y otros animales domésticos gracias a las donaciones de los campesinos. Estos animales eran esenciales para alimentar a los pobres que auxiliaban, y para elaborar ungüentos medicinales a base de sus grasas mezcladas con distintas hierbas curativas.
Para identificar a los cerdos donados, les colocaban campanillas al cuello para que cualquiera que los encontrasen vagando sueltos, supiese que eran "protegidos de San Antón". Esta campanilla, junto a su representación con un cerdito a sus pies, perpetuó su asociación con los animales domésticos y el cuidado de la naturaleza.
El ritual de la Bendición de los Animales.
El día de San Antón, los totaneros llevan a sus animales domésticos a la Glorieta del Convento para que sean bendecidos por el sacerdote. Este acto es uno de los momentos más emotivos del día, pues las mascotas -muchas incluso adornadas con lazos y pañuelos-, son presentadas con devoción, mientras sus dueños piden protección y salud para ellas.
La bendición no solo es un gesto simbólico, pues también refleja el respeto por los animales y el reconocimiento de su importancia en nuestras vidas. Y a la vez es un homenaje a la conexión que San Antón cultivó con la naturaleza y que, siglos después, sigue igual de vigente.
¿Hasta San Antón, Pascuas son?
Los refranes transmiten conocimiento de generación en generación, y lo hacen de forma breve y concisa, y en el caso de este refrán, no es diferente.
Hasta San Antón, Pascuas son: Este refrán popular, es de los más repetidos cada año durante parte del mes de enero y, aunque no lo hallamos en el calendario litúrgico, sí que nos resalta la importancia y el vínculo que tiene la vida social y la vida religiosa.
Si miramos un poco atrás en la historia reciente, vemos que las sociedades tradicionales -especialmente las ubicadas en zonas rurales-, estructuraban el año teniendo como principales puntos de referencia, los que marcaba el calendario litúrgico. Esto originaba que muchas de las celebraciones se prolongasen más allá de lo que marcaba dicho calendario como ocurría, por ejemplo, con el tiempo de Navidad.
Una vez que la Navidad llegaba a su fin, (tras celebrar el día de la Epifanía y el día del Bautismo del Señor), los agricultores y ganaderos prolongaban el tiempo de Navidad, hasta llegar al día de San Antón, que era el día que les marcaba que había llegado momento de comenzar a preparar el nuevo año laboral, tras haber superado los peores momentos de frío propios del invierno.
Para concluir…
La figura de San Antón nos recuerda que la verdadera grandeza radica en la humildad y el servicio desinteresado. Su historia es un ejemplo para quienes buscan caminar con rectitud y entrega, pues en él encontramos que la sencillez es el camino hacia una vida más plena, y que, en la devoción, tenemos la fuerza para superar cualquier adversidad.
La celebración de este día en Totana es mucho más que una tradición religiosa, pues en ella descubrimos el reflejo de muchos de los valores que son importantes para las gentes de nuestro Municipio: el cariño por los animales; el respeto por la naturaleza; la importancia de las raíces culturales; la continuidad de nuestras tradiciones; etc.
