Totana iniciaba en julio de 1972, hace ahora cincuenta años, un programa festivo dedicado a su patrón, el apóstol Santiago. Esta nueva trayectoria venía a sustituir a los tradicionales festejos que desde los primeros años del siglo XX tenían lugar en la localidad, los conocidos popularmente como "Feria de los Burros", un acontecer ligado a la realidad rural de la entonces villa de Totana y que acaecía entre las ferias de ganado de Murcia y Lorca. Ante la pérdida de protagonismo de estas prácticas las autoridades locales optaron por cancelar esos eventos y abrir un nuevo periodo festivo en torno al 25 de julio, conmemoración del apóstol Santiago, titular de la Orden Militar que durante siglos rigió la vida de las gentes de nuestra tierra.
Presidía entonces la corporación municipal Gregorio Crespo Castillo y la Comisión de Festejos, Juan José Solano Martínez. En similar línea de dedicación y, evidentemente, en función de cada momento histórico, los siguientes ayuntamientos se han preocupado de preparar ofertas recreativas que le diesen contenido. Por otra parte, ayuda de modo importante a diseñar el programa festivo el contar con una climatología que permite saborear gratamente las veladas nocturnas, concentrando en ese periodo del día un importante número de actividades.
El desarrollo de los actos lúdicos encontró un escenario favorable en los Jardines de Ramos Camacho que, al perder en 1962 la finalidad con la que se había creado en 1894 como Cárcel del Partido Judicial, pasó en 1965 a formar parte del patrimonio de Totana tras la cesión del edificio por el Estado. A partir de entonces los responsables municipales orientaron su quehacer a transformarlo en un lugar cultural y de encuentro social. En él, se celebraron actuaciones musicales durante las "Fiestas de Septiembre", prologándose en la nueva etapa que se iniciaba en 1972. En ese año, del que se cumple ahora medio siglo, Totana se deleitaba con actuaciones de altura, pues presentaba allí su espectáculo, el sábado 22 de julio, a las doce de la noche, "la gran estrella de la canción y ganadora del festival de Eurovisión, MASSIEL". A esa misma hora, en la noche del 24 de julio, víspera de la festividad del patrón, lo hacía "una de las primeras figuras de la canción moderna: JULIO IGLESIAS. Embajador de la Canción Española, ídolo de jóvenes y mayores".
Actualmente nos gozamos de poder disfrutar de este espacio, gracias a una adecuada conservación y cuidado, así como de los servicios que lo complementan: Sala de Teatro; Biblioteca Municipal, con su valiosa propuesta dinamizadora en favor de la lectura; Sala de Estudio; Academia de Música… pero ese mismo ámbito fue testigo de sucesos de especial dramatismo. Uno de ellos tenía lugar el 16 de febrero de 1756 cuando moría en la horca una joven de veintidós años "ajusticiada por haber dado muerte a un sobrino suyo de edad de cuatro años". En ese entorno recibieron también sepultura algunos de los habitantes que morían en periodos de epidemias (peste, fiebres, cólera…).
Entre estos diferentes usos, el derivado de su vertiente educativa viene a redimir aquellos otros más dolorosos, a la vez que abre cauces de reflexión invitando a trabajar en favor de los valores que florecen de la esencia misma de la concordia, el entendimiento, el encuentro, la acogida, la solidaridad, la cultura… En la confluencia de estas esencias se habrá de situar nuestro quehacer para que prime el que le caracteriza al presente, desterrando aquellos otros que tanto dolor y desgarro debieron generar en otros tiempos.
Juan Cánovas Mulero