Hacendado en olivos, un año en terciopelo y cinco en cueros
vivos
El refranero, que se caracteriza por reflejar los aspectos
mas pesimistas de las cosas del campo con el fin de mantener alerta y en
constante actitud precavida a los agricultores, se refiere a la incierta fortuna
de éstos ante la distinta suerte de las cosechas.
Entre dos que bien se quieren, con uno que coma
basta
En sentido irónico, indica que, a veces, en el mundo de las
relaciones uno sobrevive a costa del otro, mientras que en su sentido más
directo expresa el hecho de que, en las uniones más sólidas y fuertes, dos
personas pueden sentirse como una sola.
El cerdo y el avariento sólo dan un día bueno
El día de su muerte, claro, que se convierte en un gran día de provecho
para todos.
Marido rico y necio, no tiene precio
Nada puede ser más provechoso para la mujer que un marido
así, adinerado y tonto, para campar por sus respetos.
Deuda vieja no comerás de ella
Por la dificultad de poder cobrarla
El buen boticario cuatro "ces" ha de tener: ciencia, conciencia, capital
y cojera.
Ciencia para conocer recetas y remedios;
conciencia para actuar siempre beneficiando al cliente;
capital para hacerse con todas las cosas necesarias para llevar a cabo
su trabajo; y cojera, para no alejarse demasiado de la
botica.
Dios te de salud y gozo, y casa con corral y
pozo
Antaño, las casas con corral y pozo eran sinónimo de gran
propiedad y garantía de llevar una vida desahogada, puesto que eran dos cosas
que prestaban los mejores servicios a la economía de una familia en aquellos
tiempos.
Procura lo mejor, espera lo peor y toma lo que
viniere
De forma filosófica, el refranero ofrece una curiosa
fórmula para posicionarnos ante posibles frustaciones mediante elementos tales
como el voluntarismo, el pesimismo y la resignación.
El que en un año quiere ser rico, al medio le
ahorcan
El refranero advierte seriamente a los desmesuradamente
ambiciosos que desean enriquecerse a toda costa y en el menor tiempo posible sin
reparar en los medios, sentenciando que esta ambición puede conducirlos a
terminar de mala manera en la vida.
Vieja que baila, mucho polvo levanta
Al indicar que la vieja arrastra los pies al bailar,
ironiza sobre aquellas personas que hacen cosas impropias de su
edad.
Quien ríe del mal de su vecino, el suyo viene de
camino
Una de las principales esencias del refranero, la de
advertir y aleccionar, se cumple perfectamente en este refrán que nos avisa de
que no hay que regocijarse del mal ajeno, ante la posibilidad de que nos suceda
lo mismo a nosotros.
Más vale avenencia que buena sentencia
Esta recomendación, que ya era bien conocida en la época
romana, la ha recogido la sabiduría popular para aconsejar evitar en lo posible
cualquier juicio. Al final, ya se sabe, sucede algo parecido a lo que expresa
esta coplilla:
Sobre un pedazo de huerto
le puse pleito a mi hermano;
hoy nos odiamos a muerte
y el huerto es del escribano
La palabra y la piedra suelta no tienen
vuelta
El saber popular insiste en la necesidad de la prudencia
al hablar. En este refrán la palabra se coloca junto a un
objeto tan contundente como es la piedra, significando así
el peligro de no sujetarse la lengua en determinadas ocasiones.
Pan que sobre, carne que baste y vino que
falte.
Expresa claramente las proporciones que han de observarse
para tres de los principales artículos de nuestra alimentación.
A enemigo que huye, puente de plata
Nos indica la disposición que hemos de tener para facilitar
una retirada ventajosa para las personas que nos están haciendo
o nos pueden hacer algún mal o daño, hasta el punto de adoptar
cualquier medida para acelerar su desaparición ante nosotros,
tendiendo, como indica el refrán, un puente de plata. Otro
refrán que expresa la misma idea: A enemigo que huye, diez
bendiciones. En cualquier caso, el buen trato al enemigo
está presente con tal de su marcha.
Al más ruín puerco, la mejor bellota
Clásico refrán que nos dice que las más de las veces los
que menos se lo merecen consiguen las mejores cosas.
No dejes camino viejo por sendero nuevo
En el refranero español, el camino adquiere una dimensión
muy importante, pues siempre se nos abre ante nuestro ir y
venir, nuestro caminar, nuestra dirección a un lugar concreto.
El camino se nos ofrece lleno de dificultades en nuestra vida
cotidiana. Por eso nos indica la necesidad de no dejar nuestros
usos y costumbres para adoptar otros nuevos de forma radical.
Las engañosas apariencias nos llevan a confundirnos y solemos
caer en errores de apreciación, y lo que parece más fácil
nos resulta a la postre más dificultoso de lo imaginado. De
ahí otros refranes con la misma insistencia: "Quien deja
camino por vereda, atrás se queda", o "No siempre es
buen tino seguir el corto camino".
No hay ninguno tan pobre que la muerte no
le sobre
Nuestro refranero acostumbra a ironizar con la miseria,
para mostrarnos que en ocasiones, pese a la extrema pobreza
o necesidad, hay cosas que no se desean. En un sentido general,
el refrán se refiere a que los males no son santo de devoción
de nadie. Como en tantas otras ocasiones, el refrán alude
al gran valor de la salud, principal riqueza de los humanos.
Dedo encogido no rebaña plato
Una vez más, el pueblo español acude al símil de la comida,
del pan o del guiso, verdadera obsesión nacional durante siglos,
para ofrecernos un refrán de magnífica estructura, de gran
fuerza expresiva, dirigido a poner de manifiesto los problemas
de la timidez. Con el dedo encogido, esto es, sin decisión
y mostrándonos cobardes, no conseguiremos lo que nos proponemos.
Del mismo modo, el refrán adquiere una dimensión muy amplia
al proponernos que para hacernos con nuestro sitio en la sociedad
y conseguir el trozo o parte que nos pueda corresponder es
preciso actuar con coraje, sobre todo en unos momentos de
gran competencia.
Donde comen dos comen tres, si hay comida
para cuatro.
El refrán critica la costumbre generalizada que nos hace
creer que, ante inesperados comensales a la hora de la comida,
el problema está resuelto por pensar que ésta es más que suficiente.
La realidad es que en estas ocasiones, por las razones que
fueren, la comida de dos repartida entre tres, hace que no
coma bien ninguno, de ahí que ante la llegada de un nuevo
comensal la comida parece reducirse, mientras las ganas van
en aumento. Y es que, en el fondo, nos parece que se están
comiendo nuestra comida, sin más. Y aumento el apetito. El
remedio lo da también el refrán: nada de repartir la comida
sino aumentarla como si vinieran dos personas más.
Día de mucho, víspera de nada
He aquí una de las muchas ocasiones en las que el refranero
español llama la atención sobre la inestabilidad de los bienes
terrenales, advirtiendo que tras la abundancia excesiva suele
aparecer la inevitable escasez.
Por la peana se adora al santo
Este refrán puede tener una doble lectura. Como sabemos,
en la peana de los santos suele estar el llamado "cepillo"
o caja de las limosnas, con su ranura al frente. El sentido
de adorar cobra aquí el acto de depositar la limosna, de tal
forma que, a mayor cantidad de dinero, a mejor acto de adoración
al santo. Por otro lado, el refrán alude a que muchas veces
se regala un objeto para recibir algo a cambio.
El diente miente, la cana engaña, pero la
arruga no ofrece duda.
Una ilustrativa formas de aludir a la edad avanzada de
las personas.
Cuando el gato no está los ratones bailan
Expresa el cambio de actitud de los subordinados cuando
los jefes se ausentan.
Pan para hoy y hambre para mañana
Se refiere a las cosas que tienen muy poca consistencia
en la vida.
Casa, viña y potro, hágalo otro
Se trata de tres cosas de larga y costosa realización,
de ahí que el refrán aconseje adquirirlas ya terminadas.
Entre col y col, lechuga
El refrán advierte especialmente sobre la necesidad de variar
las acciones para evitar el cansancio y el aburrimiento por
la monotonía. Al mismo tiempo, es de común aplicación a los
discursos e intervenciones orales, puesto que aconseja alternar
el meollo de la cuestión con anécdotas, dichos o breves historias
ilustrativas. Otro significado alude al hecho de que, en ocasiones,
nos sucede alguna cosa buena en medio de muchas desgracias.
La lechuga, por ser tierna y jugosa, destaca entre las coles,
que son más duras y sosas.