Desde casi siempre venimos escuchando que el
"panocho" es el dialecto que se habla en Murcia o, más concretamente,
en la huerta de Murcia. Nada menos cierto, a pesar de las
obras que circulan por ahí (soflamas, panfletos, exaltaciones
huertanas o bandos, pequeñas piezas teatrales…) y de la particular
manera de hablar el castellano en esta zona del sureste español.
El "panocho" es, sencillamente, una caricatura del castellano
cuyo entramado fue organizándose a partir de la parla característica
de los huertanos que tuvieron en el medio rural todos los
ingredientes para dar vida y carta de naturaleza a un extenso
vocabulario procedente de oficios, faenas agrícolas, meteorología,
aperos e instrumentos para muy diversos trabajos, usos y costumbres…
Los murcianos de la huerta y de la capital
no tienen el sentimiento de que el "panocho" constituya un
dialecto. Aquí nadie pretende que lo sea ni que lo vaya a
ser. Sencillamente, lo leen con motivo de las Fiestas de Primavera,
principalmente el día del "Bando de la Huerta", cuando las
peñas huertanas reparten miles de hojas con bandos y soflamas
en "panocho" para regocijo del personal, o bien lo escuchan
a conocidos "panochistas" subidos a las carrozas que los van
declamando por todo el largo itinerario.
A comienzos de los años 90 surgió en Murcia
una especie de club o círculo de amigos y amantes de las peculiaridades
lingüísticas de la Región de Murcia, una tierra que sirvió
de paso y de fonda a todos los pueblos y civilizaciones que
han pasado por el solar hispano, dejando en sus correrías
y en sus estancias rasgos culturales de todas las hechuras.
De este modo, el habla de la gente murciana fue recogiendo
vocablos y adaptándolos a su verbo diario. Este círculo de
amigos, en el que hay de todo un poco (ingenieros agrónomos,
abogados, escritores, poetas, pintores…) dio en llamarse nada
menos que "L’Ajuntaera p’a la platica, el esturrie y’el
escarculle la llengua murciana", que, traducido a lo nuestro,
significa "Los Ajuntados para el habla, la investigación y
la difusión de la lengua murciana". Y, si hemos de ser sinceros,
las ocupaciones filológicas de estos amigos, que se reúnen
todos los jueves, platican y practican en lo suyo y, de paso,
se meten en el cuerpo algunos correntales del mejor mol de
la tierra, no son santo de la devoción de los puristas de
la lengua, que siempre andan a la gresca con los de "L’Ajuntaera",
negándoles el pan, la sal, y hasta la hora, si se lo propusieran.
Pero ellos, escarculla que escarculla, van
"encarrilaos" en sus menesteres y ya han sorprendido a propios
y a extraños con una labor editorial digna de mejor suerte
y reconocimiento por parte de algunos mandarines y pretendidos
guardianes sagrados de la lengua.
La primera gratísima sorpresa es la edición
de la revista anual "Enza", de impecable impresión,
que ya va por su número 14, que se me figura una auténtica
joya literaria, uno de esos especímenes que habría que conservar
(yo, al menos, así lo hago, en un sitio de honor de mi biblioteca
de temas murcianos) per omnia saecula saeculorum. "Enza"
aparece por noviembre, paralelamente a la celebración de la
"Semana la Llengua Murciana", otra que te endilgo, que ya
va por su XIII edición y que da lugar a un programa de cuatro
puntos esenciales: "Prepartía y poclamas", a base de bienvenidas,
semblanzas, pláticas, suflamas… Como cada semana tiene su
presonaje de lustre, l’ Ajuntaera organiza un acto de alta
calidad literaria que ellos titulan "Remaniente ar presonaje
d’ honra". La mañana del sábado de dicha semana se organizan
los "Juebos argarianos tépicos", que finalizan con un "arregoste"
del personal a base de melindrillos, correntales y chascarrillos.
Por último, la semana se cierra con el "Arremate y tronaera",
que consta de una misa güertana, un recital poético y la "minchá"
con sobremesa con francachela.
L’Ajuntaera organiza un "Certamen de puesía
y rilatos en llengua murciana" (ya han alcanzado la X
edición), en colaboración con la Federación de Peñas Huertanas
de Murcia y la Asociación de Amigos del Museo de la Huerta
de Murcia. Del delicioso folleto anunciador del certamen,
que, como el cerdo, no tiene desperdicio, permítaseme el símil,
destacamos las especialidades de los premios cuyos titulares
representan lo más florido de la poesía y el costumbrismo
murcianos:
- Premio Vicente Medina (lirismo)
- Premio Diaz Cassou (presapia)
- Premio Frutos Baeza (tepismo)
- Premio García Soriano (carcabulario)
- Premio Alberto Sevilla (enza)
- Premio López Almagro (humaniá)
- Premio Martínez Tornel (costumbrismo)
- Premio García Martínez (escarculle)
- Premio Miguel Hernández (fraterniá)
- Premio Ruiz Fortes (güena folla)
Por otro lado, l’Ajuntaera ha publicado un
montón de cosas, entre ellas, el reglamento del futbol, el
Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia, el libro "Esfisá
a la Rigión Murciana" y otras publicaciones sobre teatro popular,
poesía, etc.
En el libro "Esfisá a la Rigión Murciana"
aparecen los 45 municipios de la Región de Murcia con un precioso
dibujo a plumilla de Mateo Bovet, un texto y unos versos dedicados
al pueblo. Todo ello en "llengua murciana". El libro es muy
difícil de encontrar. Pero es todavía más difícil que se reedite,
pues "L’Ajuntaera" no está para aventuras editoriales, aparte
de que, de este modo, el libro ha pasado a la historia y a
la categoría de "libro raro", dicho sea en toda su extensión.
TOTANA
(De "Esfisá a la Rigión Murciana". Dibujos
de Mateo Bovet; textos de Facorro Sánchez y versos de Frasquito
Fernández, editado en 1991)
Er prencipio la zudiá e Totana paice ser que
nus alleva, esfisando los rebuches que s’han topao angunas
presonas, ar Paleolítico Inferior, anque las más antiguones
son del Eneolítico y más e fijo e la curtura Argárica (hallajos
e la Bastida)
Jué aciguatá por los romanos, asina qu’en esas
yerbas era un vevir en er logar mu jampón. Allegó a ser un
poeblo tan prencipal qu’el emperaor Augusto l’entriegó er
tétulo e "Caeza e Destrito".
Su amoteo jué Ditana Urbs, que qu’ icir zudiá
e Dios, anque tamién paice ser que pudía tiner remanencia
con otros amoteos, asina como Larisa, Tuta, Ello, Ana, etc.
En er siglo IX Totana jué esfaratá por Abderramán
II, motigo por er cualo las presonas que vevían allí tuvión
qu’ejar sus veviendas y aposentarse en er poeblo d’Aledo;
dende entonces la hestoria e los dos poeblos s’ encarruchan
arrejuntás.
Dende el inte qu’allegaon los musurmanes fasta
que jué conquistá por Arfonso X er Sapio, Totana dipendía
como censatoria del régulo Lorquino.
Er 14 d’abril e 1257, el Ray Arfonso X er Sapio
entriegó la Villa e Totana a D. Pelay Pérez Correa, Maestre
la Orden e Santiago, arrejuntá la mesma con Aledo, dende ese
memento fegura como rabal d’Aledo y será asina dasta la espulsión
e los alarbes.
Golvió Totana a esponjar dimpués qu’en er siglo
XVI Aledo esfisara, memento a memento, como ca vez se queaba
más menúo poique su castillo ya no sirvía como adelantao era
Raino e Castiella pa esfisar los musurmanes qu’allegaban ar
logar.
En la yerba e 1713, Celipe V entriega a Totana
la vara d’Arcarde Mayol y Jues e Lletras, asina como en 1789
aciguata tamién er tétulo e Villajo.
En 1918 el Ray Arfonso XIII, esfisando er trebajo
e las presonas e Totana, asina como er copero que teniba er
poeblo le da er tétulo e zudiá.
E sus menumentos más prencipales hay que mentar:
La islesia e Santiago, alevantá en 1553, que
tié estilos destintos, mudéjar en la nave, la torre toscana
y la portá plateresca.
La juente d’agua d’estilo barroco y planta
e seis laos, con los mesmos caños, aposentá en la plaza er
poeblo.
Er Torreón es er ménimo rebuche d’una antiguona
fortaleza romana e la qu’eran nacencia dos carrucheras romanas,
qu’arrenjuntaban Cartagena con Lorca y otra allegaba dasta
Mazarrón.
Elmita Santa Ulalia d’estilo toscano e la yerba
1574, que da cobijo a la Santa der mesmo amoteo, Ama Cilestial
e Totana; se pué esfisar, en la mentá elmita, un camarín d’estilo
barroco e 1732.
Como roal e la naturaleza está Sierra Espuña
que jué mimá y plantá e pinatos, a remate er siglo XIX, por
D. Ricardo Codorniu. S’aposentan en Sierra Espuña los pozos
las nieves que, dende a remate er siglo XVI ar prencipio er
prisente, aciguataban nieve que sirvía e llelo pa la conservaura
e los alimentos.
Las midías e Totana allegan a 287 km2 y su
largaría dasta la capitar la Rigión son 42 kilómetros.